martes, 16 de diciembre de 2008

Suerte de distracción

Existen dos maneras de afrontar la realidad; mirándole a los ojos al mundo o mirándose el propio ombligo buscando más excusas que soluciones. Desde la manera correcta se encuentra el aprendizaje necesario porque los errores, aunque amargos, no deben servir para olvidarlos sino para no repetirlos. Desde la manera errónea solamente buscaremos, consciente o inconscientemente, tropezar una y otra vez con la misma piedra porque creeremos que en la pérdida o en la ganancia no han existido más factores externos que la suerte o los propios designios del destino.

Tras el partido del sábado parece que todos han ganado o, al menos, que nadie ha perdido. Para el Barça, como ganador final, quedó la sensación de un equipo impreciso al que le resultaba imposible vivir sin la inspiración de sus hombres clave. Sin la salida de Márquez, la asociación de Xavi y el desborde de Messi, el equipo se encontró acomplejado y desquiciado. En su favor cuenta la auténtica verdad de los grandes equipos; quien sale a ganar, generalmente, termina ganando.

Para el Madrid, como perdedor moral, quedó la sensación de haber entregado el aliento y haber dejado bien alto el orgullo que representa su escudo. Parece que escudarse en las bajas y la baja forma psíquica, han servido de coartadas para defender su papel de víctima. Sin aprender de lecciones ajenas o dar rienda a su propia esencia de equipo indomable, se presentó en el Nou Camp con hechuras de equipo menor. No hace mucho, cuando sus estrellas brillaban en lo alto y las lesiones aún no habían hecho acto de presencia en forma de plaga infernal, una Juve mermada en efectivos y tocada por resultados recientes, les dio una soberana lección de dignidad, de hambre y de posición defensiva. Pero ya se sabe que, cuando se inventaron las excusas, se acabaron los errores.

Una tercera vía, más neutral y más dada a la lección simple y palabra fácil habla de la mano de Juande en el equipo blanco. Francamente, desconozco la influencia que puede ejercer un entrenador en una plantilla con tan sólo tres días de trabajo y el poder de autogestión de esta última a la hora de afrontar un compromiso de tamaño calibre. Aún en mi desconocimiento, no podría aplaudir decisiones tan primitivas como las de ordenar marcajes individuales o las de meter al equipo en el área propia, por más que así obtengas el mejor rendimiento de tipos como Cannavaro o Metzelder. Aplaudo, eso sí, la valiente decisión de apostar por un inexperto chaval a la hora de encallar en el absurdo territorio de negligencia fabricado por Abidal y la apuesta por Raúl como capitán en plaza ajena. De Guardiola, cuya inexperiencia parece haber quedado como punto de referencia a la hora de expresar la crítica, aplaudiré la decisión de meter a Busquets en el partido, al tiempo que sancionaré el tiempo que tardó en hacerlo. Con la última pieza del engranaje en el campo, el equipo encontró un tipo que tiraba paredes y desmarques en cada parcela del terreno, que no se encogió a la hora de meter la pierna y que provocó el penalti anterior al último y definitivo arreón.

Quedaron al descubierto los límites y las probabilidades de cara al futuro. Al Barça se le presenta un panorama paradisíaco donde solamente le sirve utilizar la cabeza y el talento para volver al lugar que representa su historia más reciente, y la intuición de que, de aquí en adelante, se encontrará con muchos planteamientos semejantes. En su capacidad para gestionarlos, se adivinará su verdadera concepción de campeón.

Al Madrid le queda trabajo y la sensación de que en peores se las ha visto. Parece que no salir goleado le dejó más contento que haber perdido injustamente ante el Sevilla. Puede que haya encontrado el camino y que Barcelona haya sido, como en otras ocasiones, su trampolín de despegue hacia el milagro. Pero si una cosa volvió a quedar clara es que, el que no se consuela es porque no quiere.

8 comentarios:

Jorge-George Olmos dijo...

Tienes razon en todo
Yo lo que me quede ensimismado es que pierde el Madrid defendiendose como un Hercules o un Castellon y encima hay q aplaudirles,no se,yo tampoco vi la mano del entrenador,pero bueno
Un abrazo crack que bien leer un blog tuyo

Anónimo dijo...

Lo único que no se puede discutir son las cifras: Barcelona 2 Madrid 0; 15ª jornada de Liga: el Barcelona saca 12 puntos al Madrid, es el equipo más goleado y menos goleado, tiene al Pichichi y al Zamora; y sólo ha perdido un partido.

un abrazo.

Ángel R. dijo...

Buenas,un equipo como el Real Madrid no puede ir a jugar así,a defenderse,tiene que ir de tú a tú.Además,aprovecho y digo,que creo que Juande no es el entrenador que necesita el Real Madrid,saludos!
www.atleti1903.blogspot.com

piterino dijo...

Yo no estoy muy de acuerdo con la mayoría de juicios de valor que se vienen haciendo sobre el planteamiento del Madrid. Recuerdo que hace ahora justo un año, los blancos jugaron en el Camp Nou con todo su equipo de gala, y me gustaría que alguien me aclarase la diferencia sustancial entre la idea que plasmó aquel equipo y el de este año.

Claro que entonces el resultado fue distinto (0-1) porque las dinámicas de uno y otro lo eran, y por tanto, distinto fue el desenlace de dicho planteamiento. Entonces leí una y otra vez el "baño táctico" que le había dado Schuster a Rijkaard ...

Por no recordar cómo se plantó en el Nou Camp (y ante un Barça mucho menos arrollador que éste) el campeón de Europa, plantel ultraofensivo por naturaleza ...

Nunca es correcto el análisis en función del resultado.

Eso sí, tu post, como siempre, genial. Da gusto, de verdad.

Rubén dijo...

@ Fernando:

Ésos mismos números presentaba el Madrid el año pasado y decías que era por demérito del rival y nunca reconociste el mérito al Real Madrid. Lo siento, pero tu antimadridismo te ciega...

@ Pablo:

No entiendo por qué se califica como de "equipo pequeño" un planteamiento púramente defensivo. ¿Acaso Italia, con 4 mundiales, es un equipo pequeño? Se podrá decir que fueron rácanos, que jugaron feo... pero equipo pequeño no creo, porque, por ejemplo, el Valladolid, que sí es un equipo pequeño, juega como los ángeles. Y si no, mira el Real Unión en la eliminatoria copera...

Además, con la plantilla de la que dispone el Madrid, lesionados incluidos, no puede jugar como el equipo grande que es, porque nos hemos convertido en un equipo mediocre, es la realidad y si no la queremos asumir, peor para nosotros. Hasta que no vuelvan a venir los mejores en sus puestos, no volveremos a ser todo lo grandes que hemos sido.

Ahora, si las bajas por los lesionados, que son 12, no sirven de excusa, amigo, ¿qué va a servir?

Un abrazo, Pablo!

JORGE dijo...

comprenderia la forma de jugar del real madrid si llevara por ejemplo la camiseta del numancia(sin ofender a los de kresic) pero un club con la historia de los blancos no pueden salir de esa forma.
saludos

Anónimo dijo...

Joder, vaya pedazo de post. Me quito el sombrero. No se puede explicar mejor. Parece que te has metido en mi cabeza, porque pienso exactamente lo mismo.

Un saludo y a seguir así.

Anónimo dijo...

Marcajes individuales (¡hasta de Guti a Gudjohnsen!, diez tíos defendiendo en su campo, patadas constantes a la estrella del equipo rival, pérdidas de tiempo en cada córner y en cada falta... si eso no es una falta absoluta de grandeza... Y la falta de grandeza es parecerse a un equipo pequeño. Así que sí Rubén, el Madrid se empequeñeció por completo en el Camp Nou.

En cuanto a lo que dice Piterino, estoy de acuerdo en una cosa y en desacuerdo en otra. De acuerdo en el que el United el año pasado pegó un cerrojazo de escándalo en el Camp Nou, y no es la primera vez que Ferguson lo hace. De hecho, fuera de casa, al menos en Europa, suele hacerlo. Y claro que es criticable, muy criticable. En lo que no estoy de acuerdo es en que el Madrid jugó el año pasado igual que éste en Barcelona. El año pasado el Madrid en el Camp Nou dio la sensación de tener el partido controlado, de gobernarlo, y de que en cualquier contra, y fueron muchas, no una o dos como este año, hacía el segundo. Esa es la sensación que yo tuve al menos.

Un saludo!