lunes, 1 de abril de 2019

Superliga europea o el principio del fin

El día que dejamos el fútbol en manos de mercaderes, de visionarios y de comisionistas, lo convertimos en un circo donde los trapecistas a veces caen desde el alambre y los payasos se retratan es escenas esperpénticas.

El día que el fútbol dejó de pertenecernos, se convirtió en un espectáculo donde desde la parte de afuera del estadio se vendía más que en la propia cancha.

El día que el fútbol deje de ser de los futbolistas se iniciará un proceso de autodestrucción que desencadenará desarraigo, desilusión y conformismo.

El día que los hombres vuelvan a cumplir su palabra, vuelvan a perseguir sus sueños y vuelvan a celebrar victorias con el corazón; los mercenarios del porcentaje quizá entiendan que no deben permitir que el deporte deje de ser un juego. La esencia por encima de la presencia.

Ese punto de no retorno.

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