martes, 17 de febrero de 2009

¿Perdieron o les ganaron?

En la evidencia reside la verdad y en la desidia reside la principal crítica por el fracaso. Durante las jornadas transcurridas en la temporada, llevamos semanas creando asombro en la mirada y delicia en la palabra. Ver al Barça, hoy, es lo más parecido a ver una buena película Spielberg; interesante en el planteamiento, espectacular en el nudo y emocionante en el desenlace. Creo que, a día de hoy, pocos pueden estar en desacuerdo en que el Barça destila el fútbol que tantas veces queremos soñar en nuestras noches de insomnio.

Analizada la verdad llega la crítica. Lanzada la crítica, llega el debate de sobremesa. Durante meses, los derrotados blaugranas se empeñaron en justificar las últimas ligas blancas con una consigna que sonaba más a excusa denunciable que a sumisión certera: “El Madrid no ganó sus ligas, se las regaló el Barça”. Más allá de las verdades, las mentiras y los cuentos chinos, suena inquietante, y a la vez chirriante, ver como el Barça afronta sus grandes partidos de hoy con los mismos jugadores de ayer.

¿Es cierto entonces que en el Barça había más desgana que mal juego? ¿Era cierto que el Madrid era rival de enjundia? ¿Perdió el Barça las ligas o las ganó el Madrid? Para mí, que entiendo el fútbol como algo tan sencillo como saber hacer llegar el balón a la portería contraria, los méritos siempre viven por encima de los deméritos, y al igual que siempre hay un lance para una mala embestida, siempre hay quien está dispuesto a aprovechar los regalos, porque el fútbol, como casi todos los deportes, es un juego de errores.

La denuncia va más allá de las confrontaciones y las miradas van más allá de las celebraciones. A simple vista, parece claro que el Barça continua, a pulso, con el proyecto que empezó con Cruyff y que no tiene visos de terminar. Para el Madrid, sin embargo, siguen contando más las corazonadas y los impulsos; si los mismos sirven para ganar una liga, se celebrará con el entusiasmo debido, si los mismos sirven para despreciar un proyecto, se criticará con la fiereza merecida. Así vemos hoy, que tras el verano y los partidos, los que parecían desarmados siguen encajando sus piezas en busca del mecanismo perfecto y los que parecían recuperados vuelven a partirse en mil pedazos y, como un mecano con vida propia, vuelven a recomponerse mientras buscan en cualquier lugar lo que solamente ellos perdieron en los rincones de su casa.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Ciertamente el Barcelona tiene un política deportiva de la que carecen la mayor parte de los clubes españoles. Tienen un estilo de juego que tratan de llevar a cabo temporada tras temporada.

El resto, incluidos R Madrid y Atlético se rigen por impulsos de sus dirigentes. La diferencia es que el Madrid aunque tenga cinco presidentes en tres años, sigue ganando. Los demás necesitarían una organización y una línea de trabajo clara y continua y como no la tienes han de conformarse con lo poco que les queda.

Saludos.

miguel diaz dijo...

Yo particularmente no encuentro sentido a ese dicho. ¿Qué diferencia hay entre ganar 10 partidos seguidos a final de temporada o al principio? ¿Qué diferencia hay entre perder cinco partidos seguidos o alternos?

Al final, los partidos se ganan porque se meten más goles que el contrario y la Liga la gana el que más puntos suma.

uin abrazo. miguel

Alba dijo...

Bueno, se tendrá que ver como llegan los dos equipos en los últimos compases de la temporada y donde se deciden los títulos.
Saludos

Anónimo dijo...

La Liga de Capello del 2007 fue perdida por la ineptitud azulgrana. Sin embargo, en la Liga 2008 el Madrid fue superior netamente. Un abrazo.

Stubbins dijo...

Mi Maestro y Mentor, Pablo

Le rindo visita tras una larga ausencia injustificable, que ruego me sea disculpada.

Lo del Barça de los últimos dos años es imperdonable. Un equipo con un talento inmenso, desperdició, a mi modo de entender, dos ligas por batallas internas del grupo.

Lo peor de todo, es que esto lo pagó el aficionado barcelonista, que vió como su máximo rival, con menor plantilla, menor talento y sin gran esfuerzo, logró ridiculizar al club barcelonista. No es por quitar méritos a los títulos madridistas. El justo campeón tras 38 partidos, es siempre aquel que consigue un punto más que su más inmediato perseguidor.

Los jugadores blaugranes en cambio, tan anchos. Salvo contadas excepciones como los de la casa Puyol, Xavi o Don Andrés, anteriormente conocido como Andresín

Un equipo que pudo hacer época se perdió en las rencillas y en los egos.

PD: Siento no poder coincidir con vos este próximo miércoles en la capital. Esta vez no me puedo desplazar con los Reds por incompatibilidades profesionales. Hablando en plata.... me han denegado permiso en el curro. Otra vez será, espero que sea en cuartos frente al Atleti.

Un fuerte abrazo Pablo!

Anónimo dijo...

Dijo Borges:" Habría que inventar un juego en el que nadie ganara". En el fútbol más allá del empate imposible en las eliminatorias y en los títulos hay ganadores y perdedores. Gana el mejor o el menos malo o como dices el que menos errores comete.

La situación ideal es que gane el mejor entre dos buenos competidores,algo así como los duelos de Nadal y Federer. Es menos glorioso cuando se gana a costa de los errores continuos de otro.

En el caso del Real Madrid y el Barcelona son inevitables las comparaciones.Están condenados a relacionarse.Si uno gana el otro pierde...

Todavía recuerdo cuando el real Madrid ganó la séptima contra la Juventus.Muchos decían que los rivales eran flojos,etc..O la ganada por el Barcelona contra la Sampdoria.
¿Ganó el mejor de los peores?