viernes, 27 de abril de 2007

Ilusión y empeño


La ilusión es el sentimiento que le sirve de cremallera a los sueños. Más que una sensación es un motivo, es el motor de arranque que nos permite situarnos al pie de nuestras promesas, por eso, cuando nos quedamos estancados en el intento y el fracaso se cierne sobre nuestra cabeza, solemos arrojarnos por el balcón de la desdicha y aferrarnos a un olvido que solo nos regalará el tiempo. En fútbol, la ilusión es el convencimiento de conseguir un hito, el deseo de una victoria desconocida que mueve a las masas hacia el apoteosis. Por eso, resulta más fácil encontrar un resquicio de ilusión en el corazón de los jugadores de equipos menores, porque a ellos, a parte del fútbol, les mueve la fe por conseguir lo que habitualmente no están en disposición de alcanzar.

El empeño es más convencimiento que fantasía, es la voluntad que permite hacer realidad cada uno de nuestros deseos. Sin empeño, sin la capacidad mental suficiente para afrontar la misión, es posible que nos quedemos en el camino de los perdedores, y aunque muchas veces nos quedemos a mitad del viaje, es el desarrollo de nuestro propio empeño el que nos permite dormir con la conciencia más o menos tranquila. Como el fútbol también tiene misiones, los equipos más empeñados en conseguirlas suelen obtener el premio de la recompensa, y aunque la mayoría de las veces es el mismo fútbol el que hace caer la balanza hacia uno u otro lado, de vez en cuando nos encontramos con la agradable sorpresa de un David que celebra gozoso su victoria contra el arrogante Goliat.

Espanyol y Osasuna tenían más ilusión que sus rivales en la víspera del partido. Ninguno de ellos está acostumbrado a verse en situaciones semejantes, ninguno ha conseguido nunca más premio que el aportado por su propia humildad. Sus rivales, más acostumbrados al vértigo de los grandes acontecimientos, afrontaron la situación con el espíritu relajado y el conocimiento de sus capacidades, ambos saben jugar al fútbol pero ninguno de ellos lo hizo con empeño.

El empeño, el convencimiento y la capacidad de superación fue anoche propiedad privada de los equipos locales y en el ejercicio de sus voluntades nos regalaron dos auténticos partidazos, dos motivos más que suficientes para situarles en el escenario de nuestros aplausos. Los catalanes dejaron la eliminatoria pendiente de un "deja-vu" que quisieran exorcizar para siempre bajo la noche alemana. Los navarros, aún sabiendo que lo tienen más difícil, terminaron el partido con el convencimiento de que el Sevilla deberá jugar muy bien para ganarles. Eso, e igualar su capacidad para ilusionarse y el mérito de su empeño.

7 comentarios:

Lovenkrands dijo...

Impresionante, lo has descrito tal y como es. Yo vi un Osasuna con una fuerza impresionante. Lo malo es que es la UEFA, podria ser en Champions pero bueno, algo es algo. Muy bueno tu post, y el anterior, magnifico. Un saludo amigo, felicidades tus articulos son sencillamente "especiales".

Alvaro dijo...

El Espanyol no debe confiarse para la vuelta, para no repetir lo que ocurrió en las únicas semifinales que ha disputado cuando fue a Alemania con un 3-0 de ventaja también. Creo que Osasuna impedirá que el Sevilla consiga pasar a su segunda final de UEFA consecutiva.

Carlos dijo...

Werder Bremen y Sevilla creían que era un partido regalado y no fue así. El Espanyol le dio una buena lección a los alemanes con un 3-0 que recuerda a aquello que todos sabemos allá por el 88, del Osasuna - Sevilla, quiero que pase el Osasuna (es lógico, soy bético), pero sobre todo por la arrogancia en la UEFA de los de Juande Ramos, les pasó lo mismo con el Shacktar Donest

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo en que Espanyol y Osasuna pusieron más ilusión o como queráis llamarlo, pero creo que no fue sólo eso. Al menos en el caso del Espanyol, también hubo fútbol. No nos olvidemos de que Valverde salió con De la Peña, Riera, Rufete, Tamudo y Pandiani. Es decir, un mediapunta, dos extremos y dos delanteros, y un solo mediocentro, cosa que poquísimos equipos hacen. Me alegro especialmente por eso, por esa apuesta valiente, que gane el fútbol.

Javi Saiz dijo...

Me encantaría ver una final entre estos dos equipos porque son los que mas han luchado por ello. Ademas, pienso que los dos tienen cuentas pendientes con Europa. El Espanyol por la final perdida inesperadamente hace casi dos décadas, y el Osasuna por el mal sabor de boca que le dejó no poder disputar la Champions tras una temporada magnifica.

Un abrazo.

Juanra dijo...

Como siempre un placer leer a Pablo.Aunque Osasuna no lo tiene decidido deseo de corazón que pase.No por otra cosa que estoy confundido.Los equipos que juegan competiciones europeas no es raro el domingo que trás un fracaso en la jornada liguera lo achacan a que su mente está en europa para luego llegar el miércoles de turno y volvernos a decepcionar.Yo creo en los equipos que juegan a ganarlo todo.Independientemente de que lo hagan o no pero hablo de la mentalidad.La que tenía el barca el año pasado por ejemplo.Y que conste que es un madridista quien os escribe esto.En fín,creo que ya me he resignado.Esos equipos y entrenadores están en peligro de extinción y por eso Osasuna y Español merecen un premio.Por que sín esperar nada de ellos le han dado a sus aficiones un grán regalo.

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo contigo, los partidos en la ida de las semifinales de la Uefa los ganaron quien más ilusión y empeño pusieron.

A mí como a Javi también me gustaría ver una final con estos dos equipos Español - Osasuna, y los motivos los mismos que él ( lo siento Javi, pero es que pensamos lo mismo jejejeje)

Por cierto si tengo que elegir un equipo para que se lleve el trofeo que lo haga Osasuna.

Un beso.