martes, 4 de marzo de 2008

Valió la pena

Existen días de asueto en los que las intenciones te regalan más ánimo de invocación que de líneas imaginativas, en los que, por alguna causa, apetece mucho más sonreír que escribir, alborozarse en la imaginación que presentar un legado, insistir en el recuerdo cercano antes que en el pasado más gris.

Y así estoy yo, con el folio en blanco, la mente indispuesta y los dedos agarrotados. Pensando que quizá sería mejor dejar estas líneas de contacto global para otro momento, cuando de repente me he preguntado si el resto de aficionados atléticos sienten el mismo cosquilleo en el estómago que acaricia mis despertares, si el resto de aficionados al fútbol son conscientes de que el sábado se santificó un tipo entre cuatro gradas y sesenta mil personas.

Y eso que a punto estuve de sacrificar mis gritos por dos horas de relax. Mi propia prescripción facultativa me había recomendado no salir a la calle en busca de disgustos; mientras mis piernas se preguntaban por el próximo partido mi conciencia funcionaba terca, como un reloj. “Mejor quédate en casa”. Pero uno no puede quedarse si recibe la llamada de su suegro diciéndole que prepare el ánimo y la garganta porque viene a ver contigo el partido de la tarde. Cuelgo el teléfono y en mi breve reflexión me pregunto si este hombre es masoca o realmente me aprecia. Decididamente debe ser lo segundo porque de lo contrario me resultaría totalmente imposible de comprender sus ganas por ver un partido conmigo después de todas las escenas que he montado en su presencia.

Otra reflexión. Pasa la mañana despacito y no hago más que pensar en mí mismo, parece como que no fuese a haber partido. Realmente no lo hay; estoy tan convencido de la derrota que incluso no me importaría desconectar el mundo de mis oídos y evadirme algún libro o alguna película. Esos de rojiblanco no son los míos.

Cuesta horrores encontrar un sitio donde televisen el partido del Atleti. Hace años que dejé de ser un habitual de costumbres en cuanto a mis visitas al Calderón se refiere. La pereza de la derrota, la falta de apoyo moral y la comodidad de poder pagar por ver la primera división en Getafe me han convertido en un atlético de tasca y chascarrillo. Delante de cada barra, apoyado en la puerta de cada bar y asomado al umbral de cada concentración de aficionados, me responden con la misma cara de sarcasmo y la misma voz de soberbia: “A quién vamos a televisar, pues al Madrid”. Si es que solamente se me ocurre preguntar a mí por un Atleti – Barça. Faltaría menos.

Finalmente, y escondido tras un callejón perdido, asomamos la cabeza por última vez buscando nuestra penúltima oportunidad y observamos, con la sonrisa pintada en el rostro, como Maxi y Puyol intercambian sus saludos en el sorteo de capitanes ¡Y encima hay una mesa libre! Para adentro.

De la peripecia del prepartido a la exaltación del postpartido median cuatro goles y la figura inconmensurable del Kun Agüero. Detrás de mí hay un tipo con cara de friki y auriculares alrededor de la cabeza que reparte su algarabía en tres turnos; grita los goles del Madrid, grita los goles del Atleti y grita el gol del Sevilla. Me doy la vuelta como puedo y le miro con cara de Schuster. “Te estás riendo de mí en mi cara”. Mi suegro me mira, me conoce y se ríe. Prefiero no decir nada y guardar la compostura. En realidad soy el tipo más tranquilo del mundo, pero no sé que tiene este Atleti que saca lo peor de mí.

Con el primer gol resoplo; nos estaban dando un baño de narices. Con el segundo respiro; al final va a tener razón mi hermano cuando me dijo que ganábamos fácil. Con el tercero sonrío; ¿Para cuándo una de estas contra el Madrid? Con el cuarto tengo que sujetarme para no terminar llorando; a veces el Atleti también saca lo mejor de mí.

Vuelvo a casa. Mi suegro regresa al pueblo y mi mujer marcha a cubrir el turno de noche en su trabajo. Se acabó. Un día más el fútbol ha podido con todo y lo que hubiese podido ser una mala cara se convierte en una noche feliz. No es la primera vez que Sagrario me riñe por la facilidad que tengo de dejar que mis ánimos se vean afectados por la brújula de un resultado; "no lo puedo evitar", le digo sin más, "el Atleti es parte de mi vida". Parto un trozo de chorizo y destapo una Mahou de esas que conservo siempre frescas en la nevera. En la tele, el Espanyol ya le va ganando al Valencia y le doy la razón a Montes cuando dice que la vida puede ser maravillosa. Suena el móvil; es mi hermano, “Qué bueno es el Kun”. Sonrío. Vuelve a sonar, “la semana que viene resucitamos al Zaragoza”. Vuelvo a sonreír. Y aunque me fastidia tenerle que dar la razón y pensar en el nuevo ridículo que nos espera en La Romareda, busco en lo más profundo de mí para teclear una respuesta. “Es posible, pero por primera vez en muchos años siento que el mejor futbolista del mundo juega en mi equipo”.

17 comentarios:

Marco dijo...

Sensacional Pablo!

Anónimo dijo...

Me gustó tu post. El Atlético nos dio una alegría de la mano de un genial Agüero. Forza Atleti. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Sólo puedo decir: ¡Kun, Kun, Kun, Kun, Kun, Kun, Kun, Kun!

No sé si es el mejor del mundo, pero yo no lo cambio por ningún futbolista, por ninguno, y no es euforia por el partidazo ante el Barça.

Fabuloso post. Un saludo!

Pablo Malagón dijo...

@ caligula

Gracias!

@ fernando

Fue importante esa alegría. Lo sería aún más que continuasen.

@ suca

Está claro que la pasión nubla los ojos. Ahora mismo, es el jugador más importante del Atleti con mucha diferencia.

Juanra dijo...

Chulísima la recreación de tu sábado Pablo.Me ha gustado.Ojalá esto tenga una continuidad.Creo y te lo he dicho muchas veces que una afición como la del atleti merece un equipo en champions aunque he de ser sincero contigo,vá a ser complicado.Flaco favor os hizo ayer el fenerbahce.El Sevilla se vá a centrar ahora en conseguir puesto champions y le veo más fuerte.Y por si fuera poco se acercan un par de equipos más.En honor a la verdad a mí me gustaría que estuviera el atleti y lo sabes.El tiempo dirá pero desearía que este sábado que mereciais hace mucho no quede como un oasis en el desierto

Vicente Soto L dijo...

Gran post y gran blog que he descubierto hace unos días, Un abrazo.

Christian dijo...

joder, pablo, como te pasas... por qué coño se me ponen los pelos de punta leyendo un post sobre el atleti??? No sé, uno contando un dia de su vida tiene mas gracia y mas interés q cualqier cronica profesional. Es un privilegio q gente como tu siga por aqi.

por tu estilo de escritura siempre te e imaginado como un hombre tranqilo, incapaz de dibujar un mal gesto en la cara mas que el de la decepcion. pero el gilipollas del bar... creo q ese está en cualqier bar y nos emos girado todos contra él.
que gracia me hace el final. al terminar el partido, la primera frase q me dijo javi, gran amigo, fue: la semana q viene resucitamos al zaragoza. Después me dijo q por alguna razón fue al baño tras el tercer gol. y q, como todos pensamos, el kun agüero no se compra con dinero. su clase está a la altura de muy pocos. y es un compendio de cualidades unico. a ver si por una vez se hacen las cosas bien y a su alrededor se construye un gran eqipo.

un abrazo, y suerte

Pablo G. dijo...

Me ha encantado tu artículo. Saludos

No, gracia a vo´ dijo...

Que buena crónica!

Como rojiblanco me ha encantado!

Saludos

Migue

piterino dijo...

Como el fútbol es un juego de momentos, haz el favor de disfrutar el tuyo, y de disfrutar de la magia del Kun. Más que nada, porque todos conocemos al Atlético...

Un abrazo, otra vez precioso post!

Nicolás dijo...

Grandioso Pablo, realmente. Disfruten del Kun, un verdadero crack!
Un abrazo!!

Pablo Malagón dijo...

@ juan ramon

Sinceramente y con la mano en el corazón te digo que no creo que el Atleti juegue la Champions la próxima temporada. Aunque eso sí, la esperanza no la vamos a perder.

@ vicente s.

Me alegro que te haya gustado.

@ christian

Futbolistas como el Kun (o como Del Piero ;-) ) consiguen sacar lo mejor de nosotros. Esos sentimientos, como tú dices, no se compran con dinero.

@ pablo g.

Gracias, amigo.

@ no gracias a vo

Y yo deseo que como rojiblanco sigas disfrutando mucho más. Si nos dejan, claro.

@ piterino

Qué malo es conocerse ¿Verdad? La verdad es que he tomado tu consejo y lo estoy disfrutando y paladeando. El domingo por la noche ya será otra historia.

@ dale pelota

Lo disfrutaremos mientras él y los de arriba quieran.

Juanjo dijo...

Un nuevo líder para el Atlético. Lo del Barça fue de animal. Un crack en toda regla.

Un abrazo

Unknown dijo...

Pablo artículo maravilloso. Yo me siento muy identificado con lo que dices, aunque no del todo al ser yo madridista y tu atlético. Un resultado bueno en un partido crucial puede cambiar mi estado de ánimo para el día y para la semana. Es a veces frustrante que el fútbol pueda ejercer tal influencia en nuestras vidas, pero a la vez es tan bello...

Respecto a lo de no ir al Calderón, yo te secundo: en Getafe vas a ver más y mejor fútbol, más barato y te vas a llevar menos disgustos que alegrías. Yo sólo he asistido una vez al Calderón (Dios quiere que ascienda el Numancia y volveré allí la próxima temporada) pero veo como la gente está ya muy resignada con su equipo, son catastrofistas, que diría Zapatero. Pero es que el equipo año tras año se empeña en darles la razón: siempre ilusionan pero nunca contentan finalmente.

El Kun como sabrás es de mis jugadores favoritos, pero no desde que lo ficho el Atleti, sino desde sus inicios en Independiente. Siempre comentaba con mi padre que había un jugador diferente en Argentina, un jugón que marcaría diferencias, un superclase. Mi padre me replicaba lo típico, que allí todos deslumbran, que las defensas son horribles, que en Europa se desinflan. Pero mi fé en Agüero era muy terca y muy esperanzadora, yo siempre veía en él algo muy diferente al resto de 'pibes' que aterrizan en Europa. Y el domingo más que nunca lo demostró ante todo el mundo. Es un crack, y va a seguir creciendo.

Un abrazo Pablo!

FERNANDO SANCHEZ POSTIGO dijo...

pasa por mi blog, te gustará la entrada de hoy. Un abrazo.

zaragocista dijo...

Pues querido Pablo, qué razón tenía el que te dijo que resucitabais al Zaragoza. De verdad que se agradece.




Un abrazo.

Alvaro dijo...

Sensacional, fabuloso, excelente; Pablo. Me ha encantado.
El Kun es increíble, y tu hermano acertó con lo del Zaragoza.

Me encantan estos posts que haces de pequeñas historias sobre tí y tu familia relacionadas con el fútbol. Felicidades.

Un abrazo.