lunes, 11 de marzo de 2019

El pistolero

Las ligas menores son un excelente caladero de futbolistas cuando los recursos son limitados y la imaginación obliga a peinar todo el panorama futbolístico mundial. En ligas como la polaca, checa o eslovena, han salido futbolistas intersantes como Lobotka, Jankto o Milik. Hacer de la necesidad virtud es el punto de inflexión desde el que se distinguen los audaces, porque más allá del dinero existe un mundo de ingenio donde sobreviven los futbolistas que pretenden ser grandes y sólo necesitan un escaparate para demostrarlo.

Krzysztof Piatek llegó a Génova en verano con la maleta cargada de sueños y los sueños cargados de goles. En una última excelente temporada en las filas del KS Cracovia se había consolidado como un goleador fiable y un excelente competidor. El éxito, o el principio del mismo, le ha comenzado a alcanzar a la edad en la que la maduración marca las pautas del aprendizaje. Veinticuatro años y el conocimiento suficiente del juego como para saber dosificar esfuerzos, jugar con los espacios y encontrar siempre el lugar idóneo para el remate.

El pistolero Piatek responde a los cánones de los goleadores clásicos; carreras de espaldas al juego, disputas por ganar el segundo palo y remates certeros. Va bien de cabeza y, además, cuenta con un arma importante a la hora de ganar tiempo para rematar; arma la pierna en centésimas de segundo. Suele buscar los ángulos de la portería y podría rematar con los ojos cerrados teniendo el conocimiento exacto del lugar donde tendría que poner la pelota.

El Milan ha encontrado, casi por desavenencias del destino, una piedra angular sobre la que enquilosar su proyecto. Olvidado el fiasco de Higuaín, Gattuso cuenta con un equipo joven y con mucha proyección. Se necesitarán muchos galones para derrocar a la Juve, pero, para empezar no está nada mal con contar con un puñado de goles. Lo que asegura Piatek no son victorias pero sí una buena manera de conseguirlas.

No hay comentarios: