martes, 8 de enero de 2019

Los penaltis de Signori

Giuseppe Signori era un delantero peculiar. No era fuerte y no era excesivamente rápido, pero tenía una cualidad que lo situaba por encima del resto; era listo. En aquel Calcio de los noventa que devoraba jugadores a la velocidad del sonido y donde los defensas no repartían caramelos, había que conocer muy bien el juego para formar parte de la élite.

Tenía una pierna izquierda precisa, no era un gran rematador de cabeza pero sabía intuir hacia donde viajaría el balón. Formó parte de una edad dorada de delanteros italianos con los que formó pareja y alternó titularidades en la selección nacional; Baggio, Vialli, Mancini, Inzaghi... Y tenía, sobre todo, una forma más que peculiar de chutar los penaltis.

Sin apenas tomar carrerilla, un paso por detrás del punto fatídico, solía girar su cuerpo como si de una rueca de mecano se tratase y disparaba el balón hacia uno u otro lado. Alguno intentó imitarle, pero nadie obtuvo su efectividad. Era poco ortodoxo, es cierto, pero si algo funciona ¿Para qué cambiarlo?

No hay comentarios: