lunes, 8 de agosto de 2011

Otra vez

El ruido de los cohetes es demasiado molesto como para obviarlo. Los transatlánticos cruzan el mar y bajo sus hélices no caben botes ni tablas, no hay un iceberg que amenace la hoja de ruta y las únicas fragatas de batalla están demasiado lejos como para que el crucero tema por el fuego de los cañones. La paz se destensa, el verano no se acaba y sin embargo el ruido de los motores ya no deja lugar para el descanso. Los que aún no hemos preparado las fiestas de nuestro pueblo, tenemos que volver a soportar el ruido infernal de los vítores y fuegos artificiales de los dueños del cortijo. Ya solamente ellos se comen la tarta; solamente para ellos hay limonada.

Ya no nos dejan ni las migajas. Para el que logre subir a la cucaña y alce la supercopa al viento, serán todas las loas, las palmaditas en la espalda y los sonidos de aliento. Para el que hinque la rodilla, el título será subdimensionado, será un tropiezo permitido, una copita de anís aguado que no alcanza a la embriaguez y no suma al palmarés. Ni en esto se ponen de acuerdo; unos dirán que son motos y los otros bicicletas de paseo. Todo se mira a través del cristal del resultado.

Lo cierto es que el Madrid llega como un tiro y lo cierto es que el Barça llega señalado por las dudas. Lo cierto es que el Barça se ha ganado el derecho a que no se dude de él y lo cierto es que el Madrid se ha ganado el derecho a que se le tema. Lo cierto es que los transatlánticos vuelven a chocar, lo cierto es que ya está aquí, una vez más, la rueda de reproches, los canguelos, las declaraciones a priori, las pataletas a posteriori y las ruedas de prensa que se analizan con más detalle aún del partido.

Más allá del partido, de la supercopa y de lo anodino en que se ha convertido nuestro fútbol con esta hidra de dos cabezas que devora rivales, contratos y derechos televisivos, queda la incertidumbre de hasta qué punto será vinculante el resultado final contra el devenir de una temporada en la que solamente tendrán que superar dos molestos baches: sus enfrentamientos directos. Hay sed de sangre, hay sed de revancha, hay sed de gloria. Todo es para ellos, pero, teniendo en cuenta de que el primer paso hacia la victoria física es la victoria moral ¿Será todo para el que gane este duelo?

2 comentarios:

futbollium dijo...

La verdad es que para mí esta supercopa va a tener más efecto psicológico para el que gane . Sí lo hace el Barça el Madrid le verá cada más inalcanzable y eso le puede dejar tocado para el resto de enfrentamientos . Sí gana el Madrid , los blancos dejarán de ver la final de copa como un triunfo aislado y que cada vez se acercan a su rival .

Un saludo

FERNANDO SANCHEZ POSTIGO dijo...

LA Supercopa es un torneo muy menor, pero si la gana el Madrid la celebrará como si hubiera ganado algo grande.