lunes, 14 de diciembre de 2009

El ciego que no quería ver

Había una vez un ciego que no quería ver. Presumía de vista de águila y de buen gusto por el fútbol. Se sentía cómodo en su butaca y le gustaba que se las diesen todas como a Felipe II. Él decía que veía pero no quería hacerlo, se conformaba con lo que tenía y, por seguir queriendo ver lo que quería él mismo derrumbó su castillo de naipes y ahora solamente se consuela con partidos a cara de perro en campos de segunda.

Es la historia de un atlético conformista. Ese mismo que se creyó lo de "El Pupas" y se levantaba tan contento por las mañanas porque su padre no sabía decirle por qué eran del Atleti. Aquel que leía una mentira en la prensa y se la tomaba como la verdad más irrefutable. Aquel que vio a su equipo ganar dos veces seguidas a dos equipos del tren de cola y quiso creer aquello de que el Atleti despegaba. Aquel que se tomó el partido del Oporto a risa porque al fin y al cabo estábamos clasificados para esa gran competición llamada Europa League en la que si les eliminan en octavos habrán de aplaudir el éxito porque ya se han creido eso de que el Atleti es lo que es y no puede ir a más.

Es la historia de un tipo que calla y otorga. Es la historia de un tipo que sigue creyendo que tienen tan poco porque al otro equipo de la ciudad se lo regalan todo. La historia de un iluso que sigue creyendo que Jurado, Maxi, Simao y Reyes pueden formar un centro del campo de élite y cuando pierden le echan la culpa al entrenador de turno. Ninguno les vale. Pero les vale escuchar al dueño de sus sueños diciendo que están donde están por no haber vendido a uno de sus delanteros sin pararse a pensar que realmente están donde están porque no han vendido a uno de sus defensas. Y encima fichan a Juanito. Y encima se lo ríen.

Esta es la historia y así será mientras sigan los que siguen. Y así nos va. Y así nos irá.

3 comentarios:

Luisi dijo...

Ojala el Atlético cuando juegue ante 75000 personas sea un "grande" cual Arsenal en Inglaterra, o dicho de otra manera, sea un "verdadero aspirante al título". Pero sí, hay que cambiar muchas cosas. Dirigentes, técnicos, jugadores... y ciertas mentalidades. Desde los que interiorizan lo del "pupas" como una fuerza del destino contra la que nada se puede hacer... hasta los que aún se ven como el equipo "grande" que hoy no es. Porque igual de malo es creer y aceptar tu propia desgracia como ponerte y creerte unas metas grandes que a día de hoy son inalcanzables.

Hay que ir paso. Pregunten a Sevilla, Villarreal, Valencia o Deportivo. Que sí, tienen altibajos y unos años están peor o mejor... pero en los últimos diez años han trabajado muy bien y todos han tenido algún año para luchar por el título. Ya es más de lo que ha hecho el Atlético.

¿Es que no hay gente joven con ganas de coger a ese equipo como un día tuvo el Barça a su Laporta? ¿Es que tan difícil es pensar en entrenadores con carisma tipo Rijkaard, Scolari, Aragonés? ¿Es que si luego el equipo pierde 3 partidos seguidos es culpa siempre del entrenador? ¿Tan difícil es fijarse en jugadores contrastados de verdad tipo Pandev, que hay que ir a por el Sinama Pongolle de turno? No sé... tal vez yo es que vea algunas cosas demasiao fáciles.

No, gracia a vo´ dijo...

Hola Pablo!

Hace mucho que no me pasaba. Lo del Aleti ya es cansino. Todos sabemos donde está el problema pero no hay manera de erradicarlo.

Buenísimo el relato.

Saludos!

miguel diaz dijo...

Pues eso es, Pablo. Esta historia la saben de sobra quienes la "cagaron". Ellos creían que sería una cagadita y no. Se les fue totalmente de las manos. Ahora no saben como corregir, de pensar que podemos disputar el descenso se les pone el cuerpo malo, pero a mi sinceramente, no me importa tanto si sirviera de una vez por todas para que vendieran el club y empezaramos de cero. un abrazo. miguel