lunes, 12 de enero de 2009

Cobardes

Resulta que durante semanas anduvimos poniendo el grito en el cielo, salvaguardando nuestra honestidad y reivindicándonos como una afición ejemplar ante los ojos del mundo. Le desnudamos los argumentos a Platini y nos alegramos del ridículo que terminaron haciendo, tanto el monsieur del balón como el pataleante Pape Diouf. Nos enfadó la sanción, pero como el cuento terminó con un puñado de perdices en nuestra cocina, terminamos regocijándonos de que, en el fondo, todos sabían que teníamos razón.

Y la seguimos teniendo, al menos en lo que a aquel menester se refiere, que, ajeno a otras circunstancias, nos siguen presentando como un conjunto de fieles inmortales que cada domingo lloran sus penas, soñando con el día en el que riamos nuestras alegrías. Y no lo conseguiremos, ni a nuestros ojos, ni a los del mundo, cuando la primera imagen que recuerde nuestra existencia, presente a un grupo de energúmenos, escondidos entre el cobarde recurso de la mayoría, lanzando bolas de nieve al portero del equipo rival.

Resulta que, parte de nuestros seguidores, además de animadores incansables, también se han colgado la etiqueta de moralistas de la patria. Como si de un tribunal inquisitorio se tratase, se sienten capaces de medir el nivel de antiespañolismo de cada jugador rival en función del escudo que tenga bordado en su camiseta. Si aceptamos que a todos los vascos se les mida por el mismo rasero, no debemos escandalizarnos cuando los energúmenos del bando contrario, cometan la barbaridad de etiquetar al resto de españoles como rancios guardianes de Dios y de la patria. Si dejamos que los partidos de fútbol se conviertan en un mitin y que los radicales presuman de inconstitucionalidad con total impunidad, no tardara en llegar el día en el que nos volvamos a encontrar con la misma tragedia que un día nos paró el corazón a todos. La cobardía facilita el recurso de reir las gracias y el silencio facilita el acto de quien se siente dueño de un deporte y de cientos de vidas ajenas. Si no entendemos que, más allá de la detestable violencia, su reivindicación tiene más tintes sentimentales de los que creemos, y si ellos no entienden que nuestra principal reivindicación reside en el deseo de vivir en paz, nos seguiremos catalogando sin evadir la ignorancia y nos seguiremos englobando sin desgranar almas y corazones.

El segundo nivel de cobardía está presidido por la espalda ratonera de quien permite altercados en su propia casa. Durante la moción de censura que puso a Joan Laporta entre la espada y la pared durante los primeros días del pasado verano, la prensa, más proclive a escandalizarse con las derrotas que a disimular sus propios lametazos en la victoria, únicamente quiso otorgar una única moratoria al presidente azulgrana; pasando de puntillas por la decisión que le obligó a contratar escolta y rendirle cuentas al miedo, argumentaron su valor con aquello de “lo único bueno que hizo fue sacar a los radicales del Camp Nou”. Como si fuese poco. Pancartas antipatria y declaraciones innecesarias aparte, Laporta tuvo la suficiente capacidad cognoscitiva para localizar el quiste que hace supurar a cada club y mandó a la mierda a quien más lo merecía.

Es de recibo recordar la moratoria, porque no hace mucho un conocido presidente, acudió a su asamblea escudado de sus ultras y nadie dijo nada más aparte de que la decisión había sido errónea. Es de recibo recordarlo, también, porque el mismo presidente que ayer volvió a presenciar a su equipo haciendo el ridículo, pasará de puntillas por la jocosa broma de parte de su afición y saldrá a la palestra para decir sus cuatro tonterías de rigor. Es de recibo recordarlo porque ayer mismo, aquellos pobrecitos a los que Laporta dejó en la calle, volvieron a retratarse dejando un nuevo reguero de sangre y almas rotas por cruzarse en el camino de un grupo de ciudadanos cuyo único pecado había sido el de nacer a seis mil kilómetros de España.

El tercer nivel de cobardía, esta vez a nivel particular y estrictamente deportivo, está representado por el infame palabrero Javier Aguirre. Como ese niño que no sabe manejar el Scalextric más caro del mercado, volvió a equivocar las piezas e ignoró, una vez más, el manual de instrucciones básico para entender el juego. En una auténtica lección de sensatez, Caparrós volvió a sacarle los colores. Y es que a este Atleti basta ponerle enfrente un poquito de orden y velocidad para volverle loco en todas sus líneas. Como las crónicas tienden más al populismo que al análisis, a los letristas les resulta mucho más fácil cargarle las culpas a la defensa que al resto del equipo, pero lo único cierto que uno ve cuando divisa un partido del Atleti es que los laterales siempre se ven en inferioridad, los extremos nunca reciben ayuda, los centrocampistas jamás aparecen en pantalla en el inicio de la jugada y los delanteros siempre se ven obligados a recibir de espaldas. Si para jugar al fútbol no se trabajan los conceptos más básicos del juego nos encontramos con un equipo que ni ataca, ni defiende, ni sabe hacerlo ni da la impresión de querer aprenderlo.

En último lugar aparece la prensa, tan cobardes como necesarios de cara al espectador, tan dados a la demagogia y al ocultismo que uno empieza a dudar de la valía de su profesión y tan escondidos en la mentira que resulta más productivo no creerles que hacerlo porque en cada noticia hay más notas de desilusión que de mera información. Aparte del buen puñado de buenos profesionales que, como en cada oficio, se dejan el alma y la pasión en cada artículo, cada crónica y titular quedan empañados por el recurso de la portada infame y la columna interesada. Ayer mismo, mientras escuchaba el final del partido, harto de tele, de derrota y de cerveza, los altavoces de mi transistor me hacían llegar un sonido de carrusel en el que parte de una afición, hastiada por el fracaso y demolida por la inoperancia, expresaba su único convencimiento con el desesperado grito de “Cerezo, vete ya”. Nada de eso ha existido. Como resulta más fácil mantener en el juego a quien baila el agua y defenestrar a quien encabeza el manual de los despropósitos, a los capos de la desinformación les rinde más titular lo que menos escucharon que lo que escucharon a plena voz. “Clamor en el Calderón: ¡Aguirre vete ya!”, prefiere titular el Marca. Muy bien, se irá el incapaz de Aguirre igual que antes lo hicieron Luis, Manzano, Ferrando y Bianchi. Pero seguirán los mismos de siempre, porque en el Atleti, el verdadero cáncer, jamás se sentó en el banquillo sino unos cuantos escalones más arriba.

13 comentarios:

miguel diaz dijo...

Uno de los grandes ¿logros? de Cerezo es acallar las críticas de los medios de comunicación a su gestión.

Ayer escuché en más de una emisora que qué era eso de pitar a un jugador, hay que ver el pobercito del Seita que se le pitaba cuando tocaban un balón, igual que a Pernía, igual que en otros partidos a Luis García. Evidentemente nada respecto a su juego.

un abrazo. miguel

Iñaki dijo...

Desgraciadamente, es lo que pasa cuando unos incompetentes se sientan en los despachos del club. En Bilbao ya vivimos algo parecido, aunque en menor escala, con el desgraciado Lamikiz. Como bien dices, la salida de los de arriba haría un gran favor a los colchoneros.

Creo que me quedaré sólo en la causa, pero Aguirre me parece un buen entrenador. Con lo visto ayer, me pareció mucho más grave la actitud de los jugadores. Pero bueno, opino desde la lejanía y por Madrid estaréis mejor informados de lo que pasa.

En cuanto a los impresentables de las bolas de nieve, pues mejor cuanta menos se hable de ellos. No representan a ningún atlético de verdad, al igual que sucede con los radicales de cualquier equipo. Si dicen ser de ese equipo será porque les pilla cerca de casa. Una pena...

Por cierto, un auténtico señor Diego Forlán. Se fue a felicitar y a darle la mano uno a uno a todos los bilbaínos. Un gran tipo el urugauyo.

Un saludo desde 'El Futbolin'.

FERNANDO SANCHEZ POSTIGO dijo...

Totalmente de acuerdo con tu post. Pienso igual que tú. Genial.

un abrazo.

Ángel R. dijo...

Buenas,lo de ayer fué de verguenza.Meses atrás dando la imagen de gente ejemplar por lo del Marsella,pero nada,no cambian.Saludos!
www.atleti1903.blogspot.com

piterino dijo...

Pues un post completísimo, por todos los temas que tocas, y por lo coherente y mesurado de tu discurso. Tengo que coincidir en todo.

Por desgracia, en todos los campos contamos con nuestra cuota particular de memos y gorilas. Nadie en su sano juicio identifica a la afición colchonera con ellos ...

Sobre Aguirre, la verdad, ya no sé qué decir. Veo injustas las críticas tan directas y las exigencias de cese, pero tampoco él está nada fino últimamente.

Y sobre los medios y vuestros ¿dueños? del club, creo que todo lo has dicho tú.

Un abrazo.

Lucho dijo...

Culpables las directivas que consienten a estos salvajes; por suerte son una mínima minoría entre las aficiones que acuden al estadio. Excelente post!!!Saludos!!

miguel diaz dijo...

Un día, cuatro horas y cuarenta minutos desde la finalización del partido y Aguirre sigue en nómina. Un abrazo. miguel

Mariano J.Camacho dijo...

Amén Pablo, no se pueden decir más verdades. Repartiendo cera coherentemente.
Un abrazo.

Pablo Malagón dijo...

@ miguel diaz

Una de las cosas que más me gusta escuchar en los jugadores veteranos es la manera en la que tenían asumidos los contratiempos que tenían en nómina; sabían que si no jugaban bien les pitarían y que eso les ayudaría a ponerse las pilas. La afición es como el jefe que llama la atención cuando no haces bien tu trabajo.

@ Iñaki

Sinceramente, ya no sé si es que Aguirre es mal entrenador o el Atleti es un virus que contagia hasta al más lúcido. Cuando estaba en Osasuna le descubrí planteamientos de maestro; recuerdo una victoria al Barça de Rijkaard impresionante. Durante dos temporadas le he estado concediendo el beneficio de la duda, pero pasan las jornadas y no encuentro en el campeonato un equipo menos trabajado que el Atleti. Ni hay ayudas, ni ofrecimientos, ni estrategia, ni nada.

@ Fernando

Creo que en general todos los atléticos somos unánimes en lo referente a esta opinión.

@ Atleti1903

Por eso mismo, no se puede estar rogando y con el mazo dando. Para ser honrados no solo hace falta parecerlo.

@ piterino

Lo que más me molesta de la existencia de estos gorilas es que, escondidos como están entre una gran masa, esta última les proteja, o bien callando o bien riéndoles las gracias.

@ Lucho

Habría mucho, y malo, que contar sobre la mayoría de las directivas que protegen, financian y se dejan amedrentar por los grupos ultra.

@ miguel diaz

Durante los últimos días me he estado fabricando una teoría al respecto. No me hagas mucho caso porque son sólo conjeturas mías. Resulta que dentro de un mes más o menos, Simeone ya tendrá la licencia para poder entrenar en España. Tengo la sensación de que están aguantando en nómina a Aguirre hasta que llegue el momento de poder sustituirle por el Cholo que, por otra parte, mantiene una buena relación con el hijísimo, por lo que tengo entendido. Pero lo dicho, no me hagas mucho caso, son solo teorías nacidas de mi cabeza intranquila.

@ Mariano J. Camacho

Muchas gracias. Es todo un privilegio recibir un elogio de un maestro como tú.

Anfield dijo...

Si los giles y Cerezo tuvieran a la prensa en contra ya no estarian en el Atleti.

Anónimo dijo...

Los mismos que se quejaron tanto cuando le tiraron el petardo a Falcón en San Mamés, esos son los que lanzaron la nieve y el hielo a Gorka. Quién sabe si el portero se siente vasco, español o vietnamita.

Mezclar la política con el fútbol siempre acaba mal, aunque, para algunos que viven en el día a día del prejuicio y la hipocresía, es prácticamente necesario.

Saludos.
Vende, ahora que puedes

José Sellés dijo...

Hola, vota en mi encuesta sobre que jugador es mejor:
Messi o Robben
¿Has visto alguna vez la Copa de Italia?
Contestame, me interesa tu opinión
Futbol-chicks.blogspot.com

Alba dijo...

La afición del Atlético de Madrid siempre ha sido muy difícil de contentar. Este año no deberían quejarse porque estar en Champions es un lujo que muy pocos tienen; ademá, es verdad que han caido en la copa del rey y en la liga no van tan bien como esperaban los aficionados, pero estar en tres competiciones es muy exigente y los viajes y físico se notan.
Saludos