miércoles, 13 de mayo de 2020

El Decano

La provincia de Huelva es cruzada por un río de un extraño color rojo, bautizado como Río Tinto debido al tono ocre con que lo tintan los minerales existentes bajo tierra. Dichos minerales fueron explotados a modo de mina por los romanos en el auge de su imperio y una vez se hubieron asentado en Hispania, pero durante siglos no hubo un negocio de explotación organizado en torno a las minas. Así fue hasta que, mediado el siglo XIX, el inglés Wilhelm Sundheim hizo una oferta al Estado Español por el terreno correspondiente a las minas, a través de un crédito avalado por el Banco de Londres. Tras meses de negociación, finalmente, en 1.873, un consorcio británico compró las minas al Estado y se adjudicó su explotación.

Inmediatamente, el consorcio crea la empresa "Rio Tinto Company Limited", dedicada a la extracción de metales y explotación económica de los mismos. Con ello, durante el último cuarto del siglo XIX, llegan a la región miles de ingleses llamados por sus empresas y en busca de trabajo. La mayoría eran expertos mineros que se acomodaron a la zona e impusieron su modo de vida en la pequeña localidad de Río Tinto, a pocos kilómetros de la mina. Como consecuencia de la explotación de la mina, el pueblo cambió poco a poco de ubicación, en torno a un barrio inglés que aún hoy se conserva en buen estado.

Durante los descansos, los días libres o a finales de cada jornada, los ingleses acudían a los descampados anexos al municipio para practicar sus extraños juegos de pelota. Uno de ellos, jugado en equipo y cuyo objetivo era llevar el balón a una portería formada por dos palos y un travesaño, golpeando con el pie, terminó fascinando a los lugareños. Los ingleses lo llamaban football y los partidos de cada domingo cada vez contaban con más público.

La llamada al trabajo a las minas y la mala red de caminos que unía Huelva con Río Tinto, provocó la llegada de más ingleses a la región con el fin de construir una línea de Ferrocarril que uniese ambos lugares. Así, los barcos llegaban al puerto de Huelva y los pasajeros llenaban los trenes rumbo a las minas. Cuantos más ingleses había, más partidos de football se jugaban y más pasiones se empezaban a desatar.

A parte de ingleses, cada vez eran más los españoles y portugueses que se acercaban a la zona en busca de trabajo. Ellos mismos empezaron a practicar ese extraño juego sin terminar de entender del todo las normas pero con toda la ilusión del mundo por aprenderlas. Ante la "invasión" de practicantes extraños, la compañía creó el Río Tinto Fútbol Club, un equipo para jugar al fútbol contra los lugareños y visitantes, formado exclusivamente por trabajadores ingleses de las minas. Poco a poco, más allá del fútbol, los ingleses fueron modernizando la provincia y los españoles, tan escépticos como siempre, habrían de ver como aquellos tipos con mentalidades, costumbres, cultura e incluso religión distinta, les iban imponiendo su forma de ver la vida.

Por ello, y ante la imposibilidad de jugar en el equipo creado por la compañía, los españoles y portugueses afincados en la región, forman el Balompié Río Tinto, equipo que generó su particular rivalidad con el de los ingleses y que se mantuvo durante décadas, llegando a ser campeón de Huelva en 1954. Pero el único equipo que terminó imponiéndose en la región, con el paso del tiempo, fue el equipo formado en la capital de la provincia durante aquellos años de apogeo.

La llegada de buques a Huelva provocó la llegada de marineros enfermos. Con el fin de poder atenderles, se afincó en la ciudad el Doctor Alexander MacKay. A medida que iba practicando su oficio, fue ganando en conocidos y, aún más, en amigos. Estos, picados en su ego por el gusanillo del deporte, instaron al buen doctor, buen aficionado al fútbol, a organizar partidos con el fin de saciar sus ganas. Así, la dirección de The Rio Tinto Company Limited, afincada en Huelva y con cuyos miembros frecuentaba el Doctor MacKay, crea El Club Inglés, una organización a través de la cual, los miembros asociados podían practicar varios juegos de pelota, entre ellos el football.

De esta manera, la sociedad onubense comenzó a conocer deportes como el Criquet, el Squash, el Tenis o el Polo, pero ninguno era tan fácil de jugar y precisaba tan poco material en su práctica como el football, de ahí que calase tanto entre las clases menos altas de la zona. A medida que el Club Inglés ganaba en adeptos y en calidad en cuanto a su equipo de football, el equipo de Río Tinto se iba viendo obligado a incorporar a jugadores españoles con el fin de poder competir contra el equipo de la ciudad. Con el fin de escindirse del equipo de la compañía minera, el doctor MacKay encuentra varios socios con el que formar La Sociedad de Juego de Pelota, formado con aportaciones de los miembros y con dinero ajeno a la compañía. Son tres años de práctica de deportes en la ciudad hasta que en 1888, los miembros de la sociedad son invitados a jugar un partido de fútbol contra un grupo de marineros llegados a puerto en el buque Jean Cory.

Es el uno de marzo de 1888 cuando Alexander MacKay, mediante carta, extiende la invitación al resto de miembros de la Sociedad. De esta manera, se disputó el partido en los descampados anexos a la fábrica de Gas. La Compañía de Gas, también de propiedad inglesa, participó en el evento cediendo sus terrenos y, posteriormente, uno de sus ingenieros jefes, Charles Adam, se unió al doctor MacKay con el fin de crear un club mucho más organizado. Tras meses de charlas y redacciones de estatutos, se idea la creación del "Huelva Recreation Club" para el deporte y el recreo.

El club, cuyos estatutos fueron redactados y firmados de manera definitiva la noche del veintitrés de diciembre de 1889 en las habitaciones treinta y siete y treinta y ocho de la primera planta del Hotel Colón de Huelva, sería bautizado posteriormente como Club Recreativo de Huelva y se convertiría, con ello, en el primer club de fútbol como tal y con estatutos propios, fundado en España. Desde entonces es conocido como el Decano pues con él nacieron los clubes de fútbol en nuestro país. Es, además, el segundo club de fútbol más antiguo de la Península Ibérica después del Académica de Coimbra y el primer equipo en ganar un trofeo organizado como tal después de ganar por dos goles a cero, en la primavera de 1890, al equipo formado por la colonia inglesa de Huelva.

Durante aquellos primeros años fue disputando partidos a medida que nuevos marineros o pasajeros iban arribando a puerto. También jugó contra los equipos de Río Tinto, contra el club inglés de Gibraltar y contra un equipo de ingleses fundado en la ciudad de Sevilla. La fiebre por aquel deporte fue extendiéndose, desde Huelva, hacia el resto de España. De esta manera, y durante los siguientes años, se fueron fundando los clubes más importantes del país. En 1898, diez años después de la fundación del Recreativo de Huelva, se fundó el Athletic de Bilbao, en 1899 el Fútbol Club Barcelona, en 1900 el Espanyol de Barcelona, en 1902 el Madrid Club de Fútbol, más tarde rebautizado como Real Madrid, y en 1903 el Atlético de Madrid.

En 1892, tras dos años jugando en los terrenos de la Huelva Gas Company Limited, el Recreativo estrena su primer estadio, bautizado como El Velódromo, puesto que también sería aprovechado para la disputa de distintas carreras, y en 1896 el Huelva Seamen's Institute cede sus terrenos al club para la práctica de actividades deportivas. Es en 1904 cuando el equipo abre sus puertas, por vez primera, a la incorporación de futbolistas españoles en 1906 juega, por vez primera, el campeonato de España enfrentándose, en años consecutivos, contra Athletic de Bilbao y Madrid, convertidos ya en dos potencias del fútbol nacional.

En 1909 el Rey Alfonso XIII le otorga el título de Real. Es el mismo año en el que se afilia a la FIFA y se convierte en miembro de la Federación Española de Fútbol. Año, además, en el que cede un cargamento de equipaciones para un equipo recién fundado en San Sebastián y al que se llamó Real Sociedad, con quien compartiría colores desde entonces hasta hoy.

En 1931 pasaría a llamarse Club Onuba para, en 1940 recuperar el nombre de Recreativo y pasar a denominarse Recreativo Onuba. En 1945, tras haberlo perdido durante la República, vuelve a recuperar el título de Real pasando a ser, como es conocido hoy, el Real Club Recreativo de Huelva. Hasta 1978 no consiguió su primer ascenso a Primera División, categoría en la que ha permanecido durante un total de cinco años durante tres etapas distintas alcanzando nuevos ascensos en 2002 y 2006. Entre medias, en 2001, estrenó el nuevo Estadio, bautizado como Nuevo Colombino en honor al antiguo estadio llamado así por ser Huelva la provincia matriz de los viajes de Colón a América. El Colombino, además, es uno de los trofeos con más solera de nuestro fútbol, disputado cada verano, sin cese, desde 1965. El equipo, que hoy está encuadrado en el grupo cuatro de la segunda división B, vivió su noche más importante el veintiocho de junio de 2003, pero aquel día Samuel Eto'o no quiso entender de respeto hacia el club que llevó a España esta fiebre tan hermosa llamada fútbol.

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