lunes, 14 de abril de 2008

El nombre de la rosa (Por Christian Castellanos)

En el desierto de mediocridad que atraviesa nuestro fútbol, atendemos con muchísima más expectación el posible nacimiento de una estrella. Ávidos de nuevas experiencias, ilusiones y sobresaltos encumbramos a los cielos a golpe de comparación a muchos que después se quedan por el camino. Van der Meyde iba para nuevo Cruyff, Cassano era considerado como el futbolista con más talento en Italia desde Mazzola, comparamos a Wright-Phillips con su padre, o a Van Persie con Bergkamp con la única base de que coincidieron en equipo y nacionalidad. Hemos sacado decenas de herederos de Zidane y cientos de nuevos ‘Pelés’ y ‘Maradonas’.

Este proceso se redimensiona en Italia, donde cada jovencito con las agallas suficientes para retar el poderío físico e intentar romper las férreas tácticas es un prodigio que las aficiones se encargan de mimar con todos los medios posibles, mientras los rivales erosionan sus tobillos. Cada ‘fantasista’ italiano, como se les conoce al sur de los Alpes, tiene el valor añadido, quizá el problema, de haber nacido en un territorio equivocado.

Y si hay un equipo que encarna más que ningún otro la forma peculiar del fútbol italiano, ese es la Juventus de Turín. Entre sus jugadores míticos siempre se nos escapará un Capello, un Conte, un Davids o un Emerson. Allí, entre Cannavaro, Tudor, Pessotto y Vieira ha crecido Sebastian Giovinco. Las espinas protegen la rosa, pero es el capullo lo que le otorga esa belleza, simple, pero imponente. Con esta analogía podríamos explicar la historia de la Juventus: un club lleno de dureza, pero con pura magia arriba. Y así ha vivido durante más de un siglo. Entre los trabajadores, los que no se ven, han destacado Charles, Sivori, Boniperti, Bettega, Platini, Laudrup, Vialli, Baggio, Zidane ó Del Piero. Y ahora, entre los cardos, ha nacido una rosa con forma de estrella.

A sus 21 años, Giovinco ya sabe lo que es dar pases de gol a Trezeguet. Son 166 centímetros cargados de magia y con el peso de las ilusiones de una afición más abatida que nunca. Cuando él la coge, los hinchas del Empoli (donde actualmente está cedido), saben que sus posibilidades de salvación aumentan exponencialmente. El abre-defensas le han llegado a llamar en Italia. Velocidad a raudales, capacidad para colarse por debajo de las piernas de los centrales. En una palabra: Fan-ta-sis-ta. Hasta la talla más pequeña de la camiseta de la Juventus le vendrá grande, pero el escudo le encaja a la perfección. En él están puestas las esperanzas del futuro bianconero. Sólo él podrá ponerse más veces el ‘10’ de Alex Del Piero a la espalda. Con él esperan levantar otra Champions. En él van todas las esperanzas de la juventinità. Él es el nombre de la rosa.


P.D. Christian Castellanos es administrador de Curva Bianconera, Forza Calcio y Tiempo de Fútbol

5 comentarios:

Vicente Soto L dijo...

No tenía ni idea de quien era pero estaremos al tanto. Un saludo.

Jesús Sousa dijo...

Solo me suena haberle visto en un partido. Sí he visto que ha marcado más goles, ha dado más asistencias y ha echo cosas importantes para su equipo pero solo he visto un partido al completo donde jugaba él.

Fue un Empoli-Roma que me decidí a ver una tarde de sábado en La2 de TVE. Tras verlo, escribí en mi blog sobre él. El partido no lo habia ganado su equipo, pero habia acabado empate a 2 tras ir perdiendo 0 a 2. El gol que se sacó Sebastian Giovinco en el último minuto fue maravilloso.

Así describí aquel gol en mi blog:

"En el último minuto de partido el prometedor Sebastian Giovinco se sacaria un lanzamiento de falta de la chistera, para empatar el partido. Un lanzamiento escorado, desde banda derecha, donde nadie esperaba que chutase a gol, todo estaba previsto para que centrase y alguien tocase ese balón, pero el atrevido Giovinco hizo lo imposible. Chuto a gol y en un globo, un platanito, una parabola empató de forma brillante y merecida para su equipo"

Sustituir el 10 de Alessandro son palabras mayores. Pero si lo consigue, no hay duda que será un nuevo héroe del fútbol, de esos poquitos que hay y aparecen de vez en cuando, un jugador con mágia.

Jeje, !un abrazo!

piterino dijo...

Buen artículo de Christian en un marco incomparable como es este blog.

Muy de acuerdo en lo que apunta en su introducción, aunque yo más bien lo achacaría a caracteres propios de nuestro tiempo: la inclinación por conclusiones definitivas en cada opinión, dejando de lado reflexiones parciales o de base, la falta de tiempo y el exceso de prisa.

Apunta a buen jugador Giovinco, la pena es que el Empoli, cuya consolidación en Serie A parecía pacífica la pasada temporada, lo esté pasando tan mal, aunque también le curtirá. Eso sí, no cometamos nosotros la misma imprudencia y empecemos desde ya a compararle con Del Piero ... Tiempo al tiempo.

Saludos.

Anónimo dijo...

No he visto jugar a Giovinco pero estaré atento. Me ha gustado el post, Christian, a la altura del blog.

Sobre lo que dices al principio, "En el desierto de mediocridad que atraviesa nuestro fútbol", creo que es un desierto de mediocridad en cuanto a equipos que jueguen bien, ahí estoy de acuerdo, pero no creo que en cuanto a futbolistas. En mi opinión, en la actualidad hay futbolistas maravillosos, una gran generación.

Un saludo!

Christian dijo...

@ vicente s.:

muy muy muy atentos hay que estar a este chico. La temporada que viene puede que ya sea titular en la Juventus. Lo será seguro si Nedved se retira.

@ jesus:

Recuerdo perfectamente ese golazo. Qué grande. Yo recuerdo que dije que al ser tan bajito, él no podía ver donde estaba el portero, pues le tapaba la barrera, pero el portero tenía el mismo inconveniente, no podía ver por donde salía el balon. Ganó el más listo.

@ pedro:

Sí es cierto, el Empoli lo está pasando realmente mal. Pero yo solo calificaria como muy positiva su experiencia en la Toscana. Le ha endurecido mucho como jugador, jugando en ese equipo ha aprendido a sacarse las castañas él solito y encima ha jugado en muchas posiciones: banda derecha, izquierda, mediapunta, delantero centro... Y en todas es un absoluto crack. Del Piero es incomparable, eso está claro. Pero que tiene heredero, también. Y se llama Sebastian Giovinco.

@ suca

Qué gran alago... viniendo de ti... Y sí, me refiero a equipos que juegan feo (feo, no mal). Y sí, entre esos equipos incluyo a la selección española, que juega muy mal, a pesar de que tú pienses lo contrario... Pero sí es cierto que el futuro del fútbol, a nivel individual pinta muy muy bien. Es algo positivo que ha aportado la globalización.

un saludo a todos!