lunes, 4 de junio de 2007

Un domingo sin fútbol

Te levantas y no sabes hacia dónde dirigirte. Los excesos del sábado retumban en tu estómago y mientras intentas aliviar tus instintos piensas que un nuevo domingo ha llegado a tu vida. Por un instante piensas en liga y una sonrisa aparece para vestir tus labios de ilusión. Inmediatamente después recuerdas el partido de la selección la noche anterior y empiezas a temer que la tarde será tan vacía que ni tú mismo serás capaz de encontrarte entre el vertedero de horas muertas.

Los domingos son días raros. Por un lado te abraza la felicidad de un día de descanso, por otro, pensar en el siguiente día laborable te quita las ganas de inaugurar nuevas iniciativas. Por eso, cuando hay liga, sientes que tu vida se llena de pasión y promesas pendientes de cumplir. Por eso le hemos tomado tanto cariño al fútbol. Por eso, cuando no encontramos fútbol en el horizonte dejamos caer los hombros y nos atrapamos en la tediosidad de lo inexistente.

En verano es distinto. No hay liga pero hay ilusión. Las portadas, repletas de promesas, nos hacen engullir ilusión y nos enfrentamos a las tertulias más apasionantes. Empezamos a apostar por una temporada pendiente de victorias y, como además acompaña el tiempo, nos dejamos llevar por la brisa cálida del verano mientras refrescamos nuestras gargantas con sabrosas cervezas amparados por la exigua sombra de la terraza de cualquier bar.

Pero en mitad de la temporada, un domingo sin fútbol resulta infumable. Comes con la desgana que te aporta la depresión de lo venidero, te tumbas en el sofá esperando una buena película y cuando menos te lo esperas el sueño te ha vuelto a coger desprevenido. Todo ello después de que tu pareja te haya mandado mil veces a la porra por haber cambiado mil veces de canal en tu obsesión por encontrar algo entretenido que sustituya a la apasionada fiesta del Carrusel Deportivo. Pero no encuentras nada.

En algunos momentos de deslucidez intentas buscar nuevos resultados en el teletexto e inmediatamente después vuelves a enfrentarte a la crudeza de la nada. No busques más, no hay fútbol. Meriendas con la sensación de vacío que te aporta el saber que no habrá partido de las siete y, mucho peor, no habrá partido del plus. Conoces la existencia de programas que desconocías, encuentras en el baloncesto una pequeña vía de escape e incluso, por unos minutos, intentas zambullirte en la fiesta nacional y comprender la pureza de una corrida de toros. Pero nada, todos los esfuerzos son vanos.

Y al final, cuando el día termina por agotar sus horas e intentas encontrar las liras de Morfeo, enchufas la radio esperando un apasionado debate de puente aéreo y solamente encuentras entrevistas que no aportan nada. Terminas durmiéndote, tarde y desesperado por el sueño que pasarás el lunes. Tras un centenar de vueltas entre el entramado de sábanas de la cama, sientes que el sueño se apodera de tí lentamente y te duermes imaginando los goles que debían haber vestido la tarde del domingo y sin embargo nunca llegaron. Por fin abarcas la esperanza de lo que está por venir y sonríes ante el último suspiro de lucidez. Así de inútil e inoperante es un domingo sin fútbol.

7 comentarios:

piterino dijo...

Buenísimo el post, totalmente de acuerdo, creo que todos nos sentimos un poco así, como viviendo un día extraño en nuestra semana, al que han mutilado algo.
Eso sí, en plenos exámenes de junio, te digo que casi no viene tan mal, jeje ...

Me ha encantado el blog, y la foto de este post es genial.

Saludos!

Anónimo dijo...

Un domingo sin fútbol no motiva. Ayer estuve navegando to la tarde, ya no sabía en qué páginas meterme... Por cierto, la próxima jornada se juegan casi todos los partidos el sábado a las 21, así que de nuevo un domingo sin fútbol (o con partidos sin nada en juego).

zaragocista dijo...

Jajaja me pasa igual que a Piterino jajaj.

Y un sábado con selección, es peor que un día sin fútbol....aunque sean sinónimas práctucamente.


Saludos.

Carlos dijo...

La verdad es que un partido sin fútbol es alargar la agonía de nuestra liga, que está ansiosa por terminar y acdabar con todos los líos de targetas, sanciones y árbitros.

Ánimo cada vez falta menos para que acabe la liga y... ¡para las vacaciones de verano!

¡Saludos!

Pablo Malagón dijo...

@ piterino

Tienes razón, sientas tal desazón que parece que te han arrancado parte del alma. Suerte en los exámenes!!!!

@ suca

Al menos el domingo podré ir al Coliseum y se me hará más ameno.

@ zaragozista

Jajajaja. Eres un crack. La verdad es que los partidos de la selección cada vez son más infumables.

@ carlos

Ya llega el verano y podréis disfrutar vuestras vacaciones. Los que trabajamos tenemos menos días libres pero intentaremos aprovecharlos.

Alvaro dijo...

Si esque la expresión "es más largo que un día sin pan" deberían cambiarla por "es más largo que un domingo sin fútbol...".
Vaya aburrimiento, y más si España juega como juega.
A ver qué nos ofrece hoy contra Liechtenstein.
Un saludo.

Álvaro dijo...

Excelente post...me he reido mucho.
Es bueno saber que en el viejo continente la pasión por el futbol se vive de la misma forma que aquí.
Se han puesto a pensar que sería de nosotros sin el futbol?

Saludos desde Uruguay
Alvaro
http://blogcarbonero.blogspot.com