jueves, 26 de abril de 2007

Como una misión imposible


Probad a estrellar vuestra cabeza contra una pared. Posiblemente no encontréis un motivo más absurdo con el que acompañar vuestras intenciones. Es posible que acabéis con un buen dolor y con el objetivo intacto, preguntándoos el motivo que os llevó a cometer semejante tontería. En apenas un segundo os daréis un trompazo, llevareis vuestras manos a la frente buscando un reguero misterioso y la pared seguirá allí, intacta, como si nada hubiese ocurrido y vuestra tontería no hubiese sido más que el despropósito de un loco distraído.

Probad a arrancar un árbol desde su raíz. Agarrad firmemente el tronco rodeándolo con vuestros brazos, apoyando el pecho con la gallardía que aporta el convencimiento de una misión a vida o muerte. Volverá a resultar absurdo. Es posible que no obtengáis más recompensa que un arañazo en el rostro y unas manos desgarradas. Si insistís con ferocidad, incluso os llevareis al sofá un terrible dolor de espalda, porque vuestro músculos crujirán, vuestros huesos sufrirán la quemazón del orgullo herido y el árbol seguirá en el mismo lugar donde lo visteis por vez primera.

Intentad hacer frente a una pantera en mitad de su persecución vital. Difícilmente saldréis vivos de esta nueva misión imposible. La pantera os esquivará, os hará suplicar por vuestra propia vida y en cada uno de sus zarpazos encontrareis más de un motivo para redimiros ante vuestros propios pecados. Su piel, firme como el cuero, azotará vuestra espalda hasta la extenuación. Su velocidad, inalcanzable como el viento, desgastará vuestro pecho hasta agotar el aliento. Sus garras, infalibles como el filo de una espada, desgarrarán vuestras piernas hasta borraros del mapa. En su aroma habita el secreto del depredador. En su olfato habita la intuición de cada uno de sus objetivos pendientes.

Es exactamente lo que sintieron anoche los defensores del Liverpool. Cuando enfrentaban el balón por arriba, chocaban contra un compacto de músculos, tendones y huesos. Cuando intentaban atajarlo por abajo, un rayo les quemaba las alas en pleno vuelo. Por ello, ninguno pudo detener el ímpetu, el fútbol y la sed de Didier Drogba.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola! Mucha suerte con tu blog futbolero. Intentaré postear más que en tu space, que te lo mereces.
En cuanto a Drogba, ya te dije que creo que le tenían que haber dado el premio de mejor jugador de la Premier a él y no a Cristiano. Éste tio está a un nivel altísimo todo el año y además aparece en toda clase de partidos: fáciles, menos fáciles, partidos grandes, partidos pequeños... Impresionante.

Carlos dijo...

Drogba es un crack y tengo que decir que en su primera temporada en el Chelsea no me gustó mucho, pero que el Chelsea se ante con cuidado que el Liverpool en Andfield...

Alvaro dijo...

Es quizá el mejor delantero de la actualidad, el delantero ideal. Increíble, maravilloso. Anoche las ganó todas, absolutamente todas en el juego aéreo, sin darle opción a sus rivales, y encima, le puso en bandeja el gol a Joe Cole. Esperemos que el Liverpool en Anfield esté mejor en defensa como dice Javi, y que pasen a la final.

Doble J dijo...

Drogba resolvió el solo el partido buena parte del exito fue suya pero tambien hubo un demerito grande la defensa del Liverpool que tuvo muchos desajustes e imprecisiones.La verdad esque que forma de expresarse podias ser escritor eh...
un saludo

zaragocista dijo...

El problema gordo viene cuando no sólo Drogba te hace daño, sino que a él se unen los Cole, Shevay compañía. Ahí es cuando la cabeza queda definitivamente dañada...


Saludos.

Unknown dijo...

Me parece que la cosa se complica, pero siempre podremos contar con esa afición única que sabrá dar ánimos y levantar la moral

Javi Saiz dijo...

Realmente dejó loca a toda la defensa red, en especial a Agger, y Benitez no supo reaccionar. Despues del partido nuestro Rafa se quejó de su agresividad, a veces excedida al máximo. Es cierto que Drogba va con todo, pero no hay que lamentarse. Espero que Anfield nos lleve en volandas hasta la final, no veo a un Liverpool perdiendo en estas rondas.

Un abrazo