Angelo Moratti era un próspero empresario italiano que se había enamorado del fútbol en su infancia y se había empeñado en hacer historia en el equipo de sus amores. Cuando era un niño, Angelo había quedado prendado del aurea mística que rodeaba la figura de Giuseppe Meazza, el ídolo de toda Italia que había hecho carrera y fortuna vistiendo durante más de una década la camiseta del Internazionale de Milan.jueves, 20 de diciembre de 2007
H.H.
Angelo Moratti era un próspero empresario italiano que se había enamorado del fútbol en su infancia y se había empeñado en hacer historia en el equipo de sus amores. Cuando era un niño, Angelo había quedado prendado del aurea mística que rodeaba la figura de Giuseppe Meazza, el ídolo de toda Italia que había hecho carrera y fortuna vistiendo durante más de una década la camiseta del Internazionale de Milan.martes, 18 de diciembre de 2007
Aprender a creer
Cada vez que hay partido vuelvo a imaginar su mirada. Durante años, sumergido en la procesión de lamentos que le proporcionó su sufrida afición al Atleti, mi padre se conformó con hora y media de transistor llegando, la mayoría de las veces, a un final anticipado, click, obligado por la desazón. Ya éramos pequeños y le sentíamos sufrir en silencio ante cada partido de los suyos. Es el sufridor que conoció días mejores y lleva años padeciendo la ignominia de un equipo que no lucha por nada. Como el orgullo se le fue apagando a medida que cosechaba derrotas, empezó a creerse esa milonga del pupas e incluso fue capaz de sobrevivir en su coraza asimilando ridículos con frecuencia.viernes, 14 de diciembre de 2007
Un charco de crítica en el jardín de los elogios
A menudo, cuando éramos pequeños, y en el ejercicio de nuestra inconsciente travesura infantil, a mis hermanos y a mí nos gustaba chinchar a mi abuelo, que era un poquito cascarrabias. Él, alzando su mano de manera amenazante, nos sentenciaba con una frase que se convirtió en lapidaria; "Quién juega con lumbre se quema". Era una manera de decirnos que si seguíamos haciéndole la puñeta al final nos repartiría un puñado de sopapos con los que quitarnos la tontería.miércoles, 12 de diciembre de 2007
El nacimiento de las estrellas
Mientras el régimen venezolando apuraba sus últimos coletazos, a principios de 1958, Estados Unidos y la Unión Soviética, ajenos al mundo, acrecentaban su crisis institucional proponiendose una guerra en pleno espacio sideral. Así, mientras el Sputnik se hacía añicos y el Explorer conquistaba su particular parcela galáctica, el resto del planeta intentaba hacer frente a sus problemas más cotidianos. China dio un paso al frente de su integración introduciendo el alfabeto latino, España defendía su pequeña parcela sahariana en Ifni, Roma lloraba la muerte del papa Pío XII y Brasil celebraba, en forma de apoteósis, la victoria de su selección en el mundial de fútbol celebrado en Suecia.lunes, 10 de diciembre de 2007
Samba acrobática
martes, 4 de diciembre de 2007
Crónica de Juanra (grandísimo amigo y seguidor de este blog) sobre su viaje a Anfield para ver el Liverpool - Oporto
Con una finísima lluvia nos recibía Liverpool la mañana del miércoles a eso del mediodía.
Miguel y yo, estábamos ansiosos de devorar la ciudad, habíamos llegado mejor de tiempo de lo que calculamos. El primer paso era desembarazarnos de mi pesada maleta.
Pronto tuvimos nuestro primer contacto con la dualidad de esta ciudad con sus dos equipos de fútbol. Miguel, ya os iré hablando de él, cuenta entre sus muchas virtudes la de ser una persona increíblemente abierta, es por eso que cuando me giré ya había entablado una conversación con el responsable de la consigna.”Grán partido esta noche, nosotros estaremos en Anfield”.
Enseguida me di cuenta por la emoción del hombre de que el rojo no entraba en su escala de colores. Vaya puntería la nuestra, de lleno, con el primer hincha del Everton.
Una vez en consigna la maleta, el siguiente paso era enfundarse las camisetas. Ambos el ocho de Gerrard que unos meses antes Katia nos había conseguido por internet a muy buen precio.
Así pues, con las camisetas y una rebequita por encima salimos de la estación y saboreamos el fresco aire de Liverpool.
Nada más salir de la estación nos recibe una Torre muy alta, donde se encuentra el edificio de Correos, Se asemeja a la torre de control de un aeropuerto y en sus cristaleras se anunciaba un dial, 97.6 RadioCity.
Como os he dicho por su altura nos sirvió como punto de referencia durante todo el día.
A la derecha se levantan majestuosos dos edificios que más tarde supimos era el palacio de justicia y nos comentaron que en el se encuentra el órgano más grande del mundo. Ian, de quien más tarde os hablaré fue quien nos proporcionó este dato después eso sí de haber ingerido algunas cervezas por lo que siempre nos quedará la duda de la veracidad del dato ¡Mi buen Ian!
Estos dos colosos los presiden un buen número de estatuas de personajes británicos, cubiertos de una capa verdusca producto de la humedad que impregna esta ciudad. Imagino que los inviernos aquí hán de ser muy duros, sin embargo la gente de por aquí debe es de otra pasta, es una ciudad acostumbrada a sufrir, en todos los sentidos, por eso no nos extrañó tanto ver a algún osado en manga corta a finales de noviembre.
La pregunta era obligada. “The Cavern Please?”
No hay muchos momentos en la vida como el de tomarse una cerveza con un grandísimo amigo al que hace que no ves siete años en la cuna donde empezaron los Beatles. Os lo juro, el tiempo se detiene, y fue un momento increíble que nunca olvidaré.
Antes habíamos estado en otro Cavern que aunque muy bonito nada tenía que ver con el pub donde ellos empezaron.
Allí, fue donde conocimos a Ian. Estaba al fondo de la barra. Rapada su cabeza y sin ningún diente sano que se adivinase, y con su cerveza como fiel compañera, estaba deseando entablar conversación. Con Miguel, fue cuestión de minutos. Enseguida le hicimos una batería de preguntas, que Miguel traducía con una buena dosis de paciencia.
Ian comenzó a contarnos los comienzos de Steven Gerrard allá en su barrio no lejos de allí. Nos contó como de pequeño se rompió la tibia y el peroné y creyeron que perdería la pierna.
También que le apodaban MARTILLO.
Se le notaba orgulloso cada vez que le preguntábamos por algo relacionado con el Liverpool.
Tenía en su muñeca, una de esas pulseras que están de moda, esas de colores que reivindican algo.
Esta también lo hacía. Ni más ni menos que las noventa y seis victimas que tuvieron lugar en el estadio de Hillsborough el quince de Abril de 1989.
Esa pulsera debería de tener un gran valor simbólico para él, por eso cuando me la regaló me sentí muy honrado .Era un regalo de corazón de alguien a quien acababa de conocer. Me sentí muy honrado, de veras.
La idea inicial, las que casi nunca se cumplen, había sido tomarnos algo en The Cavern, para proseguir nuestra rápida visita por la ciudad pero una cosa era lo planeado y otra muy distinta lo que al final pasó.
No pudimos disfrutar de la vista de la ciudad desde el Mersey. Ni ver la Catedral de Liverpool. Para la próxima nos consolábamos miguel y yo, como sabedores de que el objetivo al menos de ese viaje estaba teniendo su alumbramiento en ese lugar y dentro de pocas horas tendría su culminación en Anfield Road.
Una combinación de cerveza, excelente compañía y buena música da como resultado que el tiempo se detenga y que casi no nos percatásemos que eran aproximadamente las seis de la tarde y que cierto cosquilleo en el estomago nos anunciaba que era el momento.
Cogimos un taxi, son baratos en Liverpool. Al menos comparados con Londres, como dice Miguel.
Después de unos diez minutos, allí estaba. Anfield está enclavado en una barriada a las afueras de Liverpool, por las indicaciones de los carteles, no muy lejos de su gran rival de la ciudad, el Everton. Se levanta como tímido entre las casas adosadas que conforman el barrio. Por los cuatro lados de Anfield hay viviendas. Nos comentaban que la mayoría de ellas ya están cerradas. Es de suponer que el Club ha ido expropiándolas para la construcción del nuevo estadio que tendrá lugar dentro de un par de años.
Es Anfield, a mi entender un estadio de sus gentes al igual que el equipo. Como casi todos los equipos Ingleses. Esa cercanía entre el club y los aficionados es algo que es inconcebible en España, y eso que no conocimos la época de Bill Shankly, que como me contaba mi gran amigo Pablo, les sacaba a dar un paseo por la ciudad para decirles que toda esa gente a la que veían trabajaba durante toda la semana para pagar una entrada para ir a verlos el domingo. Detrás de la mítica grada Kop, a unos escasos diez metros, se encuentra “The Alberts”.
¡Dios mío! Sus paredes rezuman fútbol. Entras dentro y comienzas a imaginar cuantos momentos se han vivido entre esas bufandas, banderas, camisetas, fotos que inundan el pub. Tantos momentos como el que yo he vivido. No hay hincha del Liverpool que no asome su curiosidad a The Alberts, cuando no es para tomarse una cervecita previa al partido. Me resultó anecdótico, dada la fama que precede a los hinchas ingleses, de violentos, el ver como campaban unos hinchas del Oporto cantando sus canciones ante la respetuosa mirada de los ingleses.
Le dije a Miguel que preguntase a Ian quien de Manchester, Everton o Chelsea consideraban el auténtico rival, poco tiempo le costó responderme. El Manchester sin duda, me dijo.
Yo volví a insistir ¿Y cuando los hinchas del Manchester vienen, también entran en The Alberts con esta naturalidad con la que lo hacen los del Oporto?
Los hinchas del Manchester no vienen a Liverpool, sentenció Ian.
Antes de entrar en el estadio, aún visitamos la llama perpetua que recuerda las victimas de Hillsborough. A su derecha la famosa puerta presidida por el YOU’LL NEVER WALK ALONE, la foto de rigor con Bill Shankly (lo más parecido a Dios por estos lares).
Y por fin dentro. Nuestras localidades, por el simple hecho de estar en la Kop ya eran privilegiadas pero nos había tocado algo esquinados. No tardamos en cambiarnos esperando que no se llenase el estadio y así poder tener un sitio aún mejor.
Nada más lejos de la realidad. Al igual que en otros estadios la gente apura hasta última hora pero os aseguro que el estadio estaba hasta la bandera. Tán sólo una franja de unas cincuenta localidades situadas a la derecha de los seguidores del Oporto que quedaron libres por motivos de seguridad. En el césped dos porterías portátiles se situaban a la izquierda de las de campo. Para calentamiento de porteros sin necesidad de estropear el césped antes de tiempo. Por cierto en perfectas condiciones éste, para una gran noche de fútbol.
El estadio es el clásico estadio inglés. Con esas columnas en mitad de la grada que sustentan el techo. Su marcador, austero, nada que ver con esos marcadores que parecen los casinos de las vegas. En este tan sólo se leía el resultado del partido ¡Como en los viejos tiempos! Y es que hay cosas para las que el progreso debía de tomarse un descanso y el fútbol es una de ellas amigos. No hay mejor escenario para disfrutar del inconfundible sabor añejo del fútbol que un estadio británico y si puede ser Anfield pues mejor que mejor.
Salieron a calentar los dos equipos. Para entonces ya había escuchado hasta la saciedad un estribillo que persistió toda la noche. Decía algo así:
¡Rafa, rafa-el Rafa rafa-el Rafa rafa-el Rafael Benítez! Os juro que me impresionó sobremanera como está esa afición con su entrenador. Minutos antes de entrar en Anfield, Katia me había dicho que no lejos de allí había organizada una pequeña reunión de seguidores en apoyo de Rafa Benítez.
Parece ser que los nuevos propietarios americanos, no están muy acostumbrados a exigencias muy propias de un manager general. Espero de corazón que todo se solucione pues la comunión de esa afición con ese mister se palpa por toda la ciudad.
Una vez terminaron ambos equipos el calentamiento llega el clímax con cuarenta mil almas,s obre todo la grada Kop, cantando el You’ll never walk alone ¡Y como suena allí Dios mió! Y subrayo lo de la Kop por que es increíble el como y el cuanto se vive allí desde una hora antes del partido. Durante el mismo es el único lugar del campo donde perfectamente se podrían haber ahorrado los asientos. En todo el partido no vi ni a una sola persona sentada en la Kop.
El partido comenzó. No os haré una sinopsis del partido ya que todos más o menos lo habéis visto aunque sea en resumen. No fue un gran partido, al menos de calidad, que sí de emoción. El niño se salió. Para mí fue el mejor del partido. Gerrard estuvo fallón pero siempre está ahí y sus compañeros lo saben. Benayoun fue de más a menos todo lo contrario que Babel que al final hizo un buen partido. Voronin muy torpón. Me encantaron, aunque esto no es nuevo Carragher y Finnan. El resto estuvo a la altura del choque. El Oporto bien tirando a discreto. Mucho peligro a la contra y sobre todo mucha calidad en sus hombres. El partido se enredó y parecía que no se rompería el empate a uno a pesar del dominio total del Liverpool. Pero la Kop y el resto de Anfield empujaban demasiado y el gol era cuestión de tiempo. Personalmente, canté el segundo como no recordaba haber cantado un gol desde hace mucho tiempo. Allá a lo lejos. En lo alto de preferencia, una bandera española hondea durante todoel partido. No soy mucho de banderas pero debo reconocer que me sentí orgulloso. Después llegaron el tercero y el cuarto. Hasta en eso fuimos afortunados. De los cinco goles de la noche, cuatro fueron brindados debajo de la Kop. Sólo deseo que con la construcción del nuevo estadio el espíritu de la grada Kop permanezca. Con el viejo Anfield se irán muchas tardes de fútbol y muchos de los mejores recuerdos pero espero que ese espíritu permanezca.
Y con el cuarto llegó el final. Miguel y yo nos miramos como certificando que todo aquello había ocurrido en realidad. Nos dimos un abrazo final y dejamos que Anfield se vaciase, nos quedamos en silencio, cansados después de tanta excitación, y al cabo de unos veinte minutos fuimos abandonando por uno de los vomitorios.
Eche una última mirada atrás para dejar albergada en mi mente la última imagen de Anfield. Una imagen preciosa por cierto.
Esta vez volvimos a Liverpool andando, comentando las miles de anecdotas .Hay un buen paseo hasta la ciudad. Se puede hacer pero són cuarenta minutos mínimo. De todas formas no había prisa. Lo cierto es que no habíamos hecho planes sobre lo que íbamos a hacer después del partido. Por un lado habría estado bien salir a celebrarlo pero el cansancio acumulado de días anteriores nos salió todo de golpe.
Decidimos buscar un sitio donde dormir. Noche de Champions en Liverpool es sinónimo de todo ocupado desde hace días. Pero Miguel que tiene muchas tablas, decidió encomendarse a la buena voluntad de los taxistas. Así fue, visto que en el centro estaba todo ocupado, decidimos irnos a las afueras. Bingo, a la primera, el taxista nos dejó frente a un Bed and Breakfast que tenía plazas libres.
La catorce era la nuestra. Estaba en la segunda planta y tenía cuatro literas de dos camas cada una. En total ocho personas íbamos a dormir allí esa noche. De hecho cuando Miguel y yo entramos en la habitación a oscuras al menos cuatro ya estaban acostadas. Haciendo el menor ruido posible nos encomendamos a los brazos de Morfeo. Habían sido muchas emociones en tan sólo un día. Fue cuestión de muy poquito tiempo el quedarnos completamente dormidos.
No madrugamos, nos levantamos a las nueve. Tiempo suficiente para que Miguel comprase un disco de los Beatles en una tienda. Seguramente sonará diferente que el resto lo escuche donde lo escuche. Desayunamos en la estación, antes de rescatar la maleta de la consigna. Apuramos delante de aquel café los últimos momentos, alargándolos como evitando el inexorable final del viaje. Me había prometido que no sería una despedida triste, entre otras cosas por que esta vez no pasará tanto tiempo hasta volver a ver a Miguel ¡Seguro! Pero qué duda cabe que después de aquel abrazo y ya una vez dentro del bus tuve que hacer un esfuerzo para no soltar alguna lagrimilla.
Y así fue como perdí en la distancia a mi buen amigo, la estación y poco a poco a Liverpool hasta llegar al John Lennon Airport. l
Creí que iba a abandonar Gran Bretaña sin hacer más ruido. Que ya se habían agotado todas las anécdotas, pero el destino quiso que una vez facturado el equipaje, echando una ojeada a la cola ¡He allí que estaba él! Un amigo de Juan (creador del mejor blog del Liverpool). Un admirado de Pablo, mi gran amigo, y también admirado mió por su sección en el larguero de la cadena Ser. Si señor, allí estaba Petón viajando conmigo. Y así que lo hizo y a su llegada a Madrid muy amablemente le dedicó a Pablo una postal en la que se leía
“Para mi amigo Pablo, atlético, un abrazo cargado de futuro” En mi casa la tengo a buen recaudo hasta dársela a su dueño.
Este fue mi viaje a Liverpool. Mi consejo para todos vosotros, es que viváis ese momento, antes de que Anfield sea historia viva del fútbol, que ya de por sí ya lo es.
Será un placer proporcionaros todo lo que adjunté por si alguien decide dar el paso. Número de albergues, Bed and Breakfast, etc. No són nada caros. En torno a 15 libras. Ánimo chicos, merece la pena.Ah y teníais razón. Una vez en Anfield me ofrecieron muchas entradas. Incluso en un día como ese siempre hay algo a la venta. Se que sería un poco arriesgado ir sin una pero como última opción….Me encantaría que cada uno de vosotros pudiera cumplirlo. Sin más, un abrazo a todos.Por ultimo sólo me queda dar las gracias al cerebro de este viaje. Con Pablo lo organicé en su gestación, más tarde por causas mayores no pudo acompañarme. Algún día lo haré con él ¡Seguro! A la cabeza pensante, mi amiga Katia que sin ella creo que jamás hubiera podido ir. Ella se encargó de todo y cuando digo de todo es de todo y por último a mi inseparable Miguel. Mi lazarillo durante estos inolvidables cinco días. A todos ellos ¡Gracias por ayudarme a cumplir mi sueño!
viernes, 30 de noviembre de 2007
Queremos marcha
No sé a vosotros, pero a mí me va la marcha. No conozco hasta que punto puede llegar a heriros la desidia y el fracaso contínuo de nuestra selección de fútbol, de muchos, nunca llegaré a saber cual es el grado de implicación emotiva ante cada partido de la roja, lo único que sé es que, tradicionalmente, hemos esperado siempre mucho y nunca hemos conseguido nada.Por eso quiero marcha. Por eso y porque empieza a cansar verte dispuesto a todo y volverte con las manos vacías después de un par de opacas exhibiciones ante selecciones de segundo nivel. Un día le ganamos a Eslovenia y parece que el mundo está a nuestros pies, otro día barremos a Ucrania y ya no existirá individuo en el ancho universo que sea capaz de tosernos. Y luego pasa lo que pasa, que si un egipcio nos anula un gol legal, que si no somos capaces de saltar un cerrojo griego, que si llega Zidane y su pandilla y nos pone los pies en el suelo... Y aparecen los que ya lo sabían y donde dije Digo digo Diego y no somos nadie y marchese señor seleccionador y tal y tal.
miércoles, 28 de noviembre de 2007
Alma de ex futbolista
El problema de generar ídolos es nuestra obsesión por mitificarlos. A un jugador le ponemos la etiqueta de "mejor del mundo" e inmediatamente está obligado a demostrar que en cada toque de balón guarda la esencia del fútbol mágico. Cuando ha sido capaz de fabricar más realidades que sueños preconcebidos es cuando llega el momento de la adoración, por eso, cuando la mala fortuna acecha y se produce un primer bajón, el perdón se exclama en forma de aplauso forzado. "Otra vez será".lunes, 26 de noviembre de 2007
Hablando del Madrid con Juanra
EFDP: ¿Toda tu familia es madridista?
EFDP: ¿Cuál es tu primer recuerdo como madridista?
EFDP: ¿Y el mejor?
EFDP: ¿Qué recuerdo borrarías de tu memoria?
EFDP: Cuando Mijatovic marcó el gol a la Juve sentiste...
EFDP: ¿Y cuándo Zidane enganchó aquella volea contra el Leverkussen?
EFDP: ¿Ha sido Zidane el quinto grande de la historia?
EFPD: ¿Y el más grande de la historia del Madrid quién es?
EFDP: ¿Y el mejor de todos los que hayas visto?
EFDP: Háblame de la cantera del Madrid
EFDP: ¿Algún jugador especial para tí?
EFDP: ¿Por qué se critica a Guti?
EFDP: ¿Y por qué se adoraba a Makelele?
EFDP: ¿El error fue venderle o no buscarle sustituto?
EFDP: ¿Y cuál fue, entonces, el gran error de Florentino?
EFDP: ¿Y su gran virtud?
EFDP: ¿Cuál es tu opinión sobre Ramón Calderón?
EFDP: ¿Qué cambiarías, pues, del Madrid actual?
EFDP: ¿Y qué echas de menos?
EFDP: La Quinta del Buitre fue...
EFDP: Y Raúl significa...
EFDP: ¿Butragueño o Raúl?
EFDP: ¿Michel o Figo?
EFDP: ¿Martín Vázquez o Zidane?
EFDP: ¿Sanchis o Sergio Ramos?
EFDP: Y Sergio Ramos ¿Central o lateral?
EFPD: En la comparación con Fernando Hierro sale...
EFDP: ¿Te atreves a confeccionar una alineación histórica del Real Madrid?
EFDP: ¿Y la alineación ideal con la plantilla actual?
EFDP: ¿Schuster o Capello?
EFDP: ¿Y Del Bosque?
EFDP: ¿Del Bosque hizo del Madrid un gran equipo o el Madrid convirtió al Del Bosque en un gran entrenador?
EFDP: ¿Triunfaría Del Bosque como seleccionador?
EFDP: ¿Raúl Selección?
EFDP: ¿Real Madrid o Selección española?
EFDP: Cuando gana el Barça sientes...
EFDP: ¿A qué jugador del Barça ficharías para el Madrid?
EFDP: Y de cualquier otro equipo, si tuvieses un cheque en blanco ficharías a...
EFDP: ¿Jugará Kaká en el Madrid?
EFDP: ¿Volveréis este año a Cibeles?
EFDP: ¿90 minutis en el Bernabéu son molto longos?
jueves, 22 de noviembre de 2007
El nacimiento de la madre de las mejores leyendas
En el mismo año en el que en nuestro país se tambaleaba la monarquía de Alfonso XIII y la dictablanda del general Belenguer terminaba por hastiar a un pueblo sediento de cambio, al tiempo que Lauste y Laudet, dos vecinos franceses, dotaban de sonido al cine y el volcán Strómboli (tubo de escape en la novela de Verne "Viaje al Centro de la Tierra) entraba en erupción, mientras el mundo intentaba curar la herida que el puñal de la crisis había producido en el corazón de Wall Street; las tierras adyacentes al Río de la Plata engalanaban su ánimo y su sonrisa en víspera de celebrar el primer campeonato mundial de fútbol.Para que nos hagamos una idea de la "importancia" que tenían los entrenadores en aquellas primeras fechas futbolísticas, podemos hacernos eco de las palabras postreras, pronunciadas por dos de las estrellas del campeonato. Treinta y seis años después de celebrar su victoria, el exquisito interior Pedro Cea le contó a un periodista alemán que "la mayoría de los entrenadores, entre los que incluyo a Suppici (profesor de educación física y técnico uruguayo en 1930) son unos charlatanes. El entrenador tiene en el desarrollo del juego menos influencia que el peor de los jugadores, cuánto más habla de tácticas más perjudica al equipo". Por su parte, Francisco Varallo, extraordinario filtrador argentino confirmó que "Cuando fuimos al mundial de Uruguay, de director técnico vino Francisco Olázar, pero los que armaban el equipo eran Ferreira, Monti, Zumelzú y Cherro. El consejo más importante que nos dió fue que no comiéramos sandwiches de salami antes de los partidos".
martes, 20 de noviembre de 2007
La palabra callejera de un siglo de fútbol
El periodismo deportivo ha contado con multiples personalidades a lo largo de su historia. Algunos, eruditos de la táctica, murieron en el recuerdo por el aburrimiento de lo obvio. Hubo otros que dibujaron los trazos de la historia como si de un ensayo se tratara. Solamente los que supieron estudiar el fútbol como un concepto de la vida, pasaron al recuerdo con la etiqueta de inolvidables. En este escalón del podio encontramos la figura de Luis Alfredo Sciutto.viernes, 16 de noviembre de 2007
Intranquilidad
España se juega la clasificación para la Eurocopa en un Bernabéu que nunca falla. Después de todas las imprecisiones, salidas de tono y excentricidades de nuestro combinado, aún tenemos al alcance, no solo el pase, sino, también el liderazgo del grupo. Para mí, la elección del estadio es idónea siempre que el público sea consciente de que jugamos para escribir una nueva página de nuestro paupérrimo currículum. Y es ahí donde debe residir la gran duda de Luis, porque si el partido, como todo el mundo se teme, pasa de ser un acontecimiento para convertirse en un plebiscito en torno a Raúl, la única perjudicada ser
á la selección.
po lo ocuparán tres tipos de la Masía que ahora les han dado por llamar jugones. Dejando atrás las derivaciones del término nos centraremos en la capacidad de rendimiento. De Cesc sabemos que está como un tiro, de Iniesta sabemos que está con ganas de convertirse en pilar fundacional de un nuevo proyecto y de Xavi sabemos que no está. Mal momento para ellos lo de jugarse la última carta en un momento en el que acecha el recelo sobre su conducta en el campo. Las críticas acechan tanto a la plantilla del Barça que ya sobrevuelan sondeos en los que se suplica el regreso del otrora traductor Mourinho. No me gusta dudar de quien acumula un palmarés tan excelso, pero si el portugués aterrizase en el Nou C
amp, el principal patrimonio del Barça, su nota de distinción; una maravillosa manera de jugar al fútbol, correría serío peligro de extinción.
a la próxima temporada. Eso, sí señor, se llama confiar en un proyecto.
o comenzó a repartir nuevas camisetas, todos nos apostamos un café a que el equipo maño daría guerra a los de arriba. Por ahora, las únicas guerras que ha vivido son internas y la cabeza de Víctor, antaño adorado y añorado, pende del único hilo salvador en el mundo del fútbol: un par de buenos resultados. Como el juego del equipo va en la misma progresión negativa que la actitud de los futbolistas, la afición comienza a mosquearse, porque una cosa es ver como tu equipo juega mal y otra, muy diferente, comprobar que se cachondean de tu persona. Es duro ser aficionado.
er, ahora, tener el corazón pintado de los colores azul y blanco de la Real Sociedad. Aquel equipo que en mi infancia ganaba ligas y admiraciones, se muere de dejadez. Entre unos y otros, han utilizado al club como trampolín para sus logros personales y ahora que se queda vacío de poder y de objetivos empiezan a correr malos presagios y rumores. Unos piensan que la solución está en casa y otros que la solución está en China. Sea como fuere, la solución a la Real Sociedad sigue estando donde siempre, en Zubieta. Cuando dejaron de fabricar De Pedros para fichar a Rossatos, el equipo comenzó a morir de mediocridad.
Y en pleno proceso de mediocridad y desvirtuación se encuentra la Copa del Rey. A nuestro trofeo más antiguo y apasionante le han robado la emoción y la incertidumbre. Durante unos pocos años nos hemos hecho cómplices de las hazañas de los clubes humildes mientras esbozábamos nuestra más cariñosa sonrisa. Ahora no hay oportunidades para los chicos. Villar ha prostituído la Copa en favor de los poderosos y a lo único que pueden aspirar los equipos pequeños es a ver de cerca a sus ídolos y a recaudar una buena taquilla. Nos gustaban más las sorpresas, los carruseles de emoción y las infartantes tandas de penaltis. Y nos gustaría, sobre todo y de una puñetera vez, que el campeón de Copa obtenga el premio de jugar la Champions. Denle prestigio a la Copa, por favor.
miércoles, 14 de noviembre de 2007
Yo no me quedo como estoy
Para los que miran más hacia su ombligo que a los ojos de la gente y tratan de mantener intacta su imagen frente al clamor social, lo de realizar ejercicios de coherencia les cuesta tanto como admitir el despropósito de sus errores. Cuando ven que el agua se eleva hacia su cuello dan un giro a la tuerca de la demagogia y ponen en boca de la opinión pública un puñado de valores sin contrasentido.