miércoles, 19 de septiembre de 2018

Los preceptos

La vida cotidiana nos obliga a contar con algunos preceptos sociales, nos presuponen ciertas actitudes que, por encima de las aptitudes, nos ayuden a caminar por la senda de la sociedad. Uno debe ser responsable, agradecido y cauto y, por iniciativa personal, podría encontrarse en una situación de ventaja si fuese intrépido y audaz. Todo lo quede lejos de los preceptos se considerará atípico y todo lo atípico será atacado los códigos de establecimiento.

El fútbol no está demasiado alejado de la vida en cuanto a su comportamiento. Los preceptos, aunque de distinta consideración, siguen siendo valores presupestos en la concepción del juego. Todos deben ser, a su manera, responsbles, agradecidos y cautos y, sin quieren conjugar el juego con el éxito, resulta casi imprescindible que sean intrépidos y audaces. Pero más allá de la socialización está la concepción. La presunción de entendimiento conlleva una cabeza intuitiva y unos pies de seda. A los centrocampistas les pedimos jugar al pie y a los delanteros jugar al espacio.

Un delantero que entiende los espacios es un arma de continua percusión. El tipo que vive en el filo, que conoce sus virtudes, que esconde sus defectos y que siempre alcanza la pelota un segundo antes que el defensor. Es tipo de futbolista que es una bendición para los centrocampistas y un soplo de alivio para sus propios defensores, sabiendo que su hombre en punta estirará al equipo y que, en caso de duda, cualquier balón en largo será peleado hasta la extenuación.

Hirving Lozano es de esa estirpe de hombres que viven a mil por hora. Un tipo pequeñito, de tranco bajo, que juega al espacio porque tiene la suficiente intuición como para encontrar el hueco. Su velocidad es el arma para ejecutar el desmarque, su habilidad es el arma para ejecutar al defensa. Tiene velocidad, gol y sabe moverse en ese filo de navaja que es la línea del fuera de juego. Con sus mismas condiciones, cientos de delanteros hicieron carrera, con su mismo descaro, decenas de futbolistas se convirtieron en leyenda.

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